Siendo ya el mediodía, burlábase Elías de ellos, diciendo: Gritad más recio; porque ese dios quizá está en conversación con alguno, o en alguna posada, o de viaje; tal vez está durmiendo, y así es menester despertarlo.
Mateo 26:45 - Biblia Torres Amat 1825 En seguida volvió a sus discípulos y les dijo: Dormid ahora y descansad; he aquí que llegó ya la hora, y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego se acercó a sus discípulos y les dijo: «¡Adelante, duerman y descansen! Pero miren, ha llegado la hora y el Hijo del Hombre es traicionado y entregado en manos de pecadores. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces volvió donde los discípulos y les dijo: '¡Ahora pueden dormir y descansar! Ha llegado la hora y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. La Biblia Textual 3a Edicion Luego viene a los discípulos y les dice: Dormid lo que resta y descansad. He aquí, la hora se ha acercado y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces vuelve a los discípulos y les dice: '¡Ya podéis dormir y descansar! Está cerca la hora, y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad; he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. |
Siendo ya el mediodía, burlábase Elías de ellos, diciendo: Gritad más recio; porque ese dios quizá está en conversación con alguno, o en alguna posada, o de viaje; tal vez está durmiendo, y así es menester despertarlo.
Gózate, pues, ¡oh joven disoluto!, en tu mocedad; disfrute de los bienes tu alma en los floridos días de tu juventud; sigue las inclinaciones de tu corazón y lo que agrada a tus ojos; pero sábete que de todas esas cosas te pedirá Dios cuenta en el día en que te juzgue.
Jesús les respondió: Id a la ciudad en casa de tal persona, y dadle este recado: El Maestro dice: Mi tiempo se acerca; voy a celebrar en tu casa la Pascua con mis discípulos.
Bien sabéis que de aquí a dos días debe celebrarse la Pascua , y que el Hijo del hombre será entregado a muerte de cruz.
Y dejándolos, se retiró aún a orar por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.
Y apartándose un poco adelante, se postró en tierra; y suplicaba que, si se pudiese, se alejase de él aquella hora:
Aunque cada día estaba con vosotros en el templo, nunca me habéis echado la mano; mas ésta es la hora vuestra y el poder de las tinieblas.
Jesús les respondió, diciendo: Venida es la hora en que debe ser glorificado el Hijo del hombre.
Pero ahora mi alma se ha conturbado. Y ¿qué diré? ¡Oh Padre!, líbrame de esta hora. Mas no, que para esa misma hora he venido al mundo.
Víspera del día solemne de la Pascua , sabiendo Jesús que era llegada la hora de su tránsito de este mundo al Padre, como hubiese amado a los suyos que vivían en el mundo, los amó hasta el fin.
Estas cosas habló Jesús , y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre mío, la hora es llegada, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti;