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Mateo 26:35 - Biblia Torres Amat 1825

A lo que dijo Pedro: Aunque me sea forzoso morir contigo, yo no te negaré. Eso mismo protestaron todos los discípulos.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—¡No! —insistió Pedro—. Aunque tenga que morir contigo, ¡jamás te negaré! Y los demás discípulos juraron lo mismo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pedro insistió: 'Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré'. Y los demás discípulos le aseguraban lo mismo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pedro le dice: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pedro le dice: 'Pues aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré'. Y otro tanto dijeron también todos los discípulos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

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Lòt tradiksyon



Mateo 26:35
10 Referans Kwoze  

Y respondió a su vez todo el pueblo: Haremos todo cuanto ha dicho el Señor. Y habiendo Moisés llevado al Señor la respuesta del pueblo,


Bienaventurado el hombre que está siempre temeroso de ofender a Dios; pero el de corazón duro y descuidado se precipitará en la maldad.


Sigue al soberbio la humillación; mas el humilde de espíritu será glorificado.


Mas a quien me negare delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.


Pedro le dice: ¿Por qué no puedo seguirte ahora: Yo daré por ti mi vida.


Bien está, por su incredulidad fueron cortadas. Tú estás ahora firme en el árbol, por medio de la fe; mas no te engrías, antes bien vive con temor.


Mire, pues, no caiga el que piensa estar firme en la fe.


Por lo cual, carísimos míos, (puesto que siempre habéis sido obedientes a mi doctrina, sedlo ahora) trabajad con temor y temblor en la obra de vuestra salvación, no sólo como en mi presencia, sino mucho más ahora en ausencia mía.


sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana conducta de vida, o vivir mundano, que recibisteis de vuestros padres, no con oro o plata, que son cosas perecederas,