Mas Eliseo replicó: Pues, ¿no estaba yo presente en espíritu cuando aquel hombre saltó de su coche para ir a tu encuentro? Ahora bien, tú has recibido dinero, y has recibido ropas para comprar olivares, y viñas, y ovejas, y bueyes, y esclavos y esclavas.
Las armas de que se vale el impostor son muy malignas; pues está siempre maquinando las tramas para perder con mentirosas palabras a los mansos o pobres afligidos, mientras el pobre habla y pide lo que es justo.
Hijo de hombre, ¿qué refrán es ese que tenéis vosotros en tierra de Israel, según el cual dicen: Irán corriendo los días, y en nada pararán todas las visiones?
Hijo de hombre, mira lo que dicen los de la casa de Israel: La visión que éste ha tenido es para de aquí a muchos años, y él vaticina para tiempos lejanos.
Mas si dicho criado dijere en su corazón: Mi amo no piensa venir tan presto, y empezare a maltratar a los criados, y a las criadas, y a comer, y a beber, y a embriagarse,
Le dijo el amo: ¡Oh mal siervo!, por tu propia boca te condeno; sabías que yo soy un hombre duro y austero, que me llevo lo que no deposité y siego lo que no he sembrado;
Cuidado que no te sorprenda el desapiadado pensamiento de decir en tu corazón: Se acerca el año séptimo de la remisión, y apartes con eso los ojos de tu pobre hermano, rehusando darle prestado lo que pide: no sea que clame contra ti al Señor, y se te impute a pecado.
No digas en tu corazón cuando el Señor Dios tuyo los haya deshecho en tu presencia: Por razón de la justicia que ha visto en mí, me ha introducido el Señor en la posesión de esta tierra; siendo cierto que por sus impiedades son asoladas estas naciones.