Pero los renteros, al ver al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y nos alzaremos con su herencia.
Mateo 21:39 - Biblia Torres Amat 1825 Y agarrándole le echaron fuera de la viña, y le mataron. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces lo agarraron, lo arrastraron fuera del viñedo y lo asesinaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Lo tomaron, pues, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. La Biblia Textual 3a Edicion Y prendiéndolo,° lo echaron fuera° de la viña, y lo mataron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y, echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron. |
Pero los renteros, al ver al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y nos alzaremos con su herencia.
Ahora bien, volviendo el dueño de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?
Le dijo Jesús : ¡Oh, amigo! ¿a qué has venido aquí? se acercaron entonces los demás y echaron mano a Jesús , y le prendieron.
Y los que prendieron a Jesús lo condujeron a casa de Caifás, que era sumo sacerdote en aquel año, donde los escribas y los ancianos estaban congregados.
En fin, los soldados, el tribuno o comandante, y los ministros de los judíos prendieron a Jesús y le ataron.
a este Jesús , dejado a vuestro arbitrio por una orden expresa de la voluntad de Dios y decreto de su presciencia, vosotros le habéis hecho morir, clavándole en la cruz por mano de los impíos.
declaramos a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel, que la curación se ha hecho en nombre de nuestro Señor Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y Dios ha resucitado. En virtud de tal nombre se presenta sano ese hombre a vuestros ojos.
El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús , a quien vosotros habéis hecho morir, colgándole en un madero.
¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Ellos son los que mataron a los que anunciaban la venida del Justo, que vosotros acabáis de entregar, y del cual habéis sido homicidas;
Pero vosotros, ¡oh hermanos míos!, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador, con la esperanza de recoger el precioso fruto de la tierra, aguarda con paciencia que Dios envíe las lluvias temprana y tardía.