Y lo que dará cada uno de los que fueren alistados, es medio siclo, según el peso del templo. Un siclo tiene veinte óbolos. La mitad de un siclo, es lo que se ha de ofrecer al Señor.
Mateo 21:12 - Biblia Torres Amat 1825 Habiendo entrado Jesús en el templo de Dios, echó fuera de él a todos los que vendían allí y compraban, y derribó las mesas de los banqueros o cambiantes, y las sillas de los que vendían las palomas para los sacrificios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús entró en el templo y comenzó a echar a todos los que compraban y vendían animales para el sacrificio. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús entró en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los vendedores de palomas. Les dijo: La Biblia Textual 3a Edicion Y Jesús entró en el templo,° y echó° a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entró Jesús en el templo y expulsó a todos los que vendían y compraban en él; también volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; |
Y lo que dará cada uno de los que fueren alistados, es medio siclo, según el peso del templo. Un siclo tiene veinte óbolos. La mitad de un siclo, es lo que se ha de ofrecer al Señor.
Pero si la ofrenda del holocausto hecha al Señor fuere de aves, será de tórtolas o de pichones,
Cumplidos en fin los días de su purificación por hijo o por hija, traerá a la entrada del Tabernáculo del Testimonio un cordero primal para holocausto y un pichón o una tórtola por el pecado, y los entregará al sacerdote;
Pero si sus facultades no alcanzan para poder ofrecer un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones, el uno para holocausto y el otro para sacrificio por el pecado; y el sacerdote hará oración por ella, y así será purificada.
Pero al día octavo tomará dos tórtolas o dos pichones, y se presentará al Señor en la puerta del Tabernáculo del Testimonio, y los entregará al sacerdote:
y el octavo día ofrecerá por sí al sacerdote dos tórtolas o dos pichones a la entrada del Tabernáculo del Testimonio;
Mas si no tuviere posibilidad para ofrecer dos tórtolas o dos pichones, ofrecerá por su pecado la décima parte de un efi de flor de harina, en que no ha de mezclar aceite, ni poner encima incienso alguno, pues es ofrenda por el pecado.
Pero si no pudiere ofrecer una res, ofrezca al Señor dos tórtolas o dos pichones, uno por el pecado y otro en holocausto,
Así entró Jesús en Jerusalén y se fue al templo, donde después de haber observado por una y otra parte todas las cosas, siendo ya tarde, se salió a Betania con los doce.
y para presentar la ofrenda de un par de tórtolas, o dos palominos, como está ordenado en la ley del Señor.