Sobre los que acarreaban lo necesario para diferentes usos, vigilaban los escribas y los porteros mayores de entre los levitas.
Mateo 2:4 - Biblia Torres Amat 1825 Y convocando a todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntaba en dónde había de nacer el Cristo , o Mesías. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Biblia Nueva Traducción Viviente Mandó llamar a los principales sacerdotes y maestros de la ley religiosa y les preguntó: —¿Dónde se supone que nacerá el Mesías? Biblia Católica (Latinoamericana) Reunió de inmediato a los sumos sacerdotes y a los que enseñaban la Ley al pueblo, y les hizo precisar dónde tenía que nacer el Mesías. La Biblia Textual 3a Edicion Y habiendo convocado a todos los principales sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntaba dónde había de nacer el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y convocando a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, les estuvo preguntando dónde había de nacer el Cristo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habiendo reunido a todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo; |
Sobre los que acarreaban lo necesario para diferentes usos, vigilaban los escribas y los porteros mayores de entre los levitas.
y dijo a Safán, secretario: He hallado en la casa del Señor el Libro de la ley; y se lo entregó.
Igualmente todos los príncipes de los sacerdotes y el pueblo prevaricaron también impíamente, imitando todas las abominaciones de los gentiles, y profanaron el templo del Señor, que él se había consagrado para sí en Jerusalén .
Entonces Esdras se levantó, y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel que lo ejecutarían del modo dicho; y así lo juraron.
este Esdras, digo, vino de Babilonia, el cual era un escriba o doctor muy diestro en la ley de Moisés, dada por el Señor Dios de Israel; y le otorgó el rey todas sus peticiones, pues le protegía la mano del Señor Dios suyo.
Idaía. Estos son los príncipes de los sacerdotes o familias sacerdotales, que vinieron con sus hermanos en los días o sacerdocio de Josué.
Se han coligado los reyes de la tierra; y se han confederado los príncipes contra el Señor, y contra su Cristo o Mesías.
¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y somos los depositarios de la ley del Señor? Os engañáis: La pluma de los doctores de la ley verdaderamente es pluma de error, y no ha escrito sino mentiras.
Porque en los labios del sacerdote ha de estar el depósito de la ciencia, y de su boca se ha de aprender la ley; puesto que él es el ángel del Señor de los ejércitos.
Y él añadió: Por eso todo doctor bien instruido en lo que mira al reino de los cielos es semejante a un padre de familia que va sacando de su repuesto cosas nuevas y cosas antiguas, según conviene.
A lo cual ellos respondieron: En Belén de Judá; que así está escrito en el profeta:
Pero los príncipes de los sacerdotes y los escribas, al ver las maravillas que hacía, y los niños que le aclamaban en el templo, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!, se indignaron,
Llegado al templo, se acercaron a él, cuando estaba ya enseñando, los príncipes de los sacerdotes y los ancianos o senadores del pueblo, y le preguntaron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te ha dado tal potestad?
Al mismo tiempo se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los magistrados del pueblo en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás;
Aún no había acabado de decir esto, cuando llegó Judas, uno de los doce, seguido de gentes armadas con espadas y con palos, que venían enviadas por los príncipes y sacerdotes y ancianos o senadores del pueblo.
Venida la mañana, todos los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo tuvieron consejo contra Jesús para hacerle morir.
porque su modo de instruirlos era con autoridad y no a la manera de sus escribas y fariseos.
Y comenzó a declararles cómo convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y fuese desechado por los ancianos, y por los príncipes de los sacerdotes, y por los escribas, y que fuese muerto, y que resucitase a los tres días.
Entonces los príncipes de los sacerdotes y los escribas desearon prenderle en aquella misma hora; porque bien conocieron que contra ellos se dirigía la parábola propuesta; mas temieron al pueblo.
Entretanto los príncipes de los sacerdotes y los escribas persistían obstinadamente en acusarle.
Judas, pues, habiendo tomado una compañía de soldados y varios ministros que le dieron los sacerdotes y fariseos, fue allá con linternas, y hachas, y con armas.
Le respondió Jesús : ¿Y tú eres maestro en Israel, y no entiendes estas cosas?
Oyeron los fariseos estas conversaciones que el pueblo tenía acerca de él: y así ellos, como los príncipes de los sacerdotes, despacharon ministros para prenderle.
Cuando he aquí que los escribas y fariseos traen a una mujer cogida en adulterio y, poniéndola en medio,
Así que fue grande la gritería que se levantó. Y puestos en pie algunos fariseos, porfiaban, diciendo: Nada de malo hallamos en este hombre; ¿quién sabe si le habló algún espíritu o ángel?
Al día siguiente se congregaron en Jerusalén los jefes o magistrados, y los ancianos, y los escribas,
Con eso alborotaron a la plebe y a los ancianos, y a los escribas, y echándose sobre él, le arrebataron y trajeron al concilio,