¿Por ventura, señor mío, no ha llegado a tu noticia lo que hice yo cuando Jezabel mataba a los profetas del Señor; cómo escondí a cien de estos profetas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra, proveyéndoles de pan y de agua?
Mateo 14:8 - Biblia Torres Amat 1825 Con eso ella, prevenida antes por su madre: Dame aquí, dijo, en una fuente o plato, la cabeza de Juan Bautista. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Biblia Nueva Traducción Viviente Presionada por su madre, la joven dijo: «Quiero en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista». Biblia Católica (Latinoamericana) La joven, a instigación de su madre, le respondió: 'Dame aquí, en una bandeja, la cabeza de Juan Bautista. La Biblia Textual 3a Edicion Y ella, instigada por su madre, dice: ¡Dame ahora mismo° la cabeza de Juan el Bautista en un trinchero!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella, instigada por su madre, le dijo: 'Dame aquí, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella, siendo instruida primero de su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. |
¿Por ventura, señor mío, no ha llegado a tu noticia lo que hice yo cuando Jezabel mataba a los profetas del Señor; cómo escondí a cien de estos profetas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra, proveyéndoles de pan y de agua?
pues cuando Jezabel hacía matar a los profetas del Señor, recogió él cien profetas, y los escondió en cuevas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra; y los proveyó de pan y agua).
Y envió Jezabel a decir a Elías: Trátenme los dioses con todo su rigor, si mañana a estas horas no te hiciere pagar con tu vida la que quitaste a cada uno de aquellos profetas.
Por otra parte Atalía, madre de Ocozías, viendo muerto a su hijo, se alzó con el mando, y mató toda la prosapia real.
He aquí el número de ellos: Treinta copas de oro, mil copas de plata, veintinueve cuchillos, treinta tazas de oro,
porque sus pies corren hacia la maldad, y van apresurados a derramar la sangre inocente.
Aborrecen al sencillo los hombres sanguinarios; mas los justos procuran salvarle la vida.
y fue su presente una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el peso del santuario: ambas llenas de flor de harina amasada con aceite para el sacrificio;
una fuente de plata que pesaba ciento treinta siclos, una taza de plata de setenta siclos, según el peso del santuario: ambas llenas de flor de harina, amasada con aceite para el sacrificio;
En seguida fue traída su cabeza en una fuente, y dada a la muchacha, que se la presentó a su madre.
y gustó tanto a Herodes , que la prometió con juramento darle cualquier cosa que le pi-diese.
Se entristeció el rey. Sin embargo, en atención al juramento y a los convidados, man-dó dársela.
Y habiendo ella salido, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Le respondió: La cabeza de Juan Bautista.
Y volviendo al instante a toda prisa adonde estaba el rey, le hizo esta demanda: Quiero que me des luego en una fuente la cabeza de Juan Bautista.
y la trajo en una fuente, y se la entregó a la muchacha, que se la dio a su madre.