Respondieron ellos: Es un hombre cubierto de pelo, y que va ceñido con un cinto de cuero. Dijo el rey: Ese es Elías, tesbita.
Mateo 11:8 - Biblia Torres Amat 1825 Decidme si no, ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre vestido con lujo y afeminación? Ya sabéis que los que visten así, en palacios de reyes están. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿O esperaban ver a un hombre vestido con ropa costosa? No, la gente que usa ropa costosa vive en los palacios. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Qué iban ustedes a ver? ¿Un hombre con ropas finas? Los que visten ropas finas viven en palacios. La Biblia Textual 3a Edicion ¿Qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de fino ropaje? Mirad, los que llevan ropas finas están en las casas de los reyes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si no, ¿qué salisteis a ver: un hombre vestido con refinamiento? Bien sabéis que los que visten con refinamiento están en los palacios de los reyes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿O qué salisteis a ver? ¿Un hombre cubierto de ropas delicadas? He aquí, los que visten ropas delicadas, en las casas de los reyes están. |
Respondieron ellos: Es un hombre cubierto de pelo, y que va ceñido con un cinto de cuero. Dijo el rey: Ese es Elías, tesbita.
Y dijo el Señor: Así como mi siervo Isaías anduvo desnudo y descalzo, en señal y predicción de tres años de guerra contra Egipto y contra Etiopía,
Y quedarán confundidos en aquel día los profetas, cada cual por su propia visión cuando profetizare, y no se cubrirán hipócritamente con el manto de penitencia para mentir;
Luego que se fueron éstos, empezó Jesús a hablar de Juan, y dijo al pueblo: ¿Qué es lo que salisteis a ver en el desierto? ¿Alguna caña que a todo viento se mueve?
En fin, ¿qué salisteis a ver? ¿A algún profeta? Eso sí, yo os lo aseguro, y aun mucho más que profeta.
Traía Juan un vestido de pelos de camello y un cinto de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre.
O ¿qué es lo que salisteis a ver?; ¿algún hombre vestido de ropas delicadas? Ya sabéis que los que visten preciosas ropas y viven en delicias, en palacios de reyes están.
Hasta la hora presente andamos sufriendo el hambre, la sed, la desnudez, los malos tratamientos, y no tenemos dónde fijar nuestro domicilio,
en toda suerte de trabajos y miserias, en muchas vigilias y desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y desnudez.
El hombre más delicado y más regalón de tu pueblo, mirará mal a su hermano, y a su esposa misma que duerme en su seno,
Estos son dos olivos y dos candeleros puestos en la presencia del Señor de la tierra.