Mi padre cargó sobre vosotros un yugo pesado; pues yo os añadiré mayor peso; mi padre os azotó con varas, y yo os azotaré con escorpiones.
Mateo 11:29 - Biblia Torres Amat 1825 Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis el reposo para vuestras almas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; Biblia Nueva Traducción Viviente Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Biblia Católica (Latinoamericana) Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. La Biblia Textual 3a Edicion Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cargad con mi yugo y aprended de mí, porque soy manso y humilde de corazón, y hallaréis reposo para vosotros; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. |
Mi padre cargó sobre vosotros un yugo pesado; pues yo os añadiré mayor peso; mi padre os azotó con varas, y yo os azotaré con escorpiones.
Vuelve, ¡oh alma mía!, a tu sosiego; ya que el Señor te ha favorecido tanto.
¡Oh Señor!, no se ha enorgullecido mi corazón, ni mis ojos se han mostrado altivos. No he aspirado a cosas grandes, ni a cosas elevadas sobre mi capacidad.
Y el Señor les dirá algún día: Manda, vuelve a mandar; manda, vuelve a mandar; espera, vuelve a esperar; un poquito aquí, otro poquito allí; y dejará que vayan y caigan de espaldas, y sean hollados y presos en los lazos.
Porque el soberbio fue abatido, fue consumido el escarnecedor, y destruidos todos aquellos falsos doctores que madrugaban para hacer mal;
Esto decía también el Señor: Paraos en los caminos, ved y preguntad cuáles son las sendas antiguas, cuál es el buen camino, y seguidlo, y hallaréis refrigerio para vuestras almas. Mas ellos dijeron: No lo seguiremos.
¡Oh hija de Sión!, regocíjate en gran manera; salta de júbilo, ¡oh hija de Jerusalén !; he aquí que a ti vendrá tu rey, el Justo, el Salvador , él vendrá pobre, y montado en un asna y su burrito.
(pues era Moisés el hombre más manso de cuantos moraban sobre la tierra),
Todavía estaba Pedro hablando, cuando una nube resplandeciente vino a cubrirlos; y al mismo instante resonó desde la nube una voz que decía: Este es mi querido Hijo, en quien tengo todas mis complacencias. A él habéis de escuchar.
Decid a la hija de Sión: Mira que viene a ti tu rey lleno de mansedumbre, sentado sobre un asna y su burrito, hijo de la que está acostumbrada al yugo.
enseñándolas a observar todas las cosas que yo os he mandado. Y estad ciertos que yo mismo estaré siempre con vosotros, hasta la consumación de los siglos.
Por tanto, cualquiera que escucha mis instrucciones y las practica, será semejante a un hombre cuerdo que fundó su casa sobre piedra;
de donde salieron las gentes a ver lo que había sucedido; y viniendo a Jesús , hallaron al hombre, de quien habían salido los demonios, sentado a sus pies, vestido, y en su sano juicio, y quedaron espantados.
Porque ejemplo os he dado, para que pensando lo que yo he hecho con vosotros, así lo hagáis vosotros también.
Y añadió: Si comprendéis estas cosas, seréis bienaventurados, cuando las practiquéis.
Este es aquel Moisés que dijo a los hijos de Israel: Dios os suscitará de entre vuestros hermanos un profeta legislador, como me ha suscitado a mí: a éste debéis obedecer.
con los sujetos a la ley, o prosélitos he vivido como si yo estuviese sujeto a la ley (con no estar yo sujeto a ella) sólo por ganar a los que a la ley vivían sujetos; así como con los que no estaban sujetos a la ley de Moisés, he vivido como si yo tampoco lo estuviese (aunque tenía yo una ley con respecto a Dios, teniendo la de Jesucristo) a cambio de ganar a los que vivían sin ley.
Mas yo, Pablo, aquel mismo Pablo que, como dicen mis enemigos, parezco tan pequeño o humilde estando entre vosotros, pero que ausente soy para con vosotros osado, o imperioso, os suplico encarecidamente por la mansedumbre y modestia de Cristo ,
y toda altanería de espíritu que se engríe contra la ciencia o el conocimiento de Dios, y cautivando todo entendimiento a la obediencia de Cristo ,
Porque habéis de tener en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en el suyo,
Esta es la voluntad de Dios, a saber, vuestra santificación, que os abstengáis de la fornicación,
los cuales sufrirán la pena de una eterna condenación confundidos por la presencia del Señor y por el brillante resplandor de su poder
Carísimos, no voy a escribiros un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el cual recibisteis desde el principio ; el mandamiento antiguo es la palabra divina que oísteis;