Y envió sus criados a llamar los convidados a las bodas, mas éstos no quisieron venir.
Mateo 10:5 - Biblia Torres Amat 1825 A estos doce envió Jesús dándoles las siguientes instrucciones: No vayáis ahora a tierra de gentiles, ni tampoco entréis en poblaciones de samaritanos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús envió a los doce apóstoles con las siguientes instrucciones: «No vayan a los gentiles ni a los samaritanos, Biblia Católica (Latinoamericana) A estos Doce Jesús los envió a misionar, con las instrucciones siguientes: 'No vayan a tierras de paganos ni entren en pueblos de samaritanos. La Biblia Textual 3a Edicion A estos doce envió Jesús, y les ordenó,° diciendo: No vayáis a los gentiles ni entréis en la región de Samaria, Biblia Serafín de Ausejo 1975 A estos doce los envió Jesús, con estas instrucciones: No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) A estos doce envió Jesús, y les mandó, diciendo: No vayáis por camino de los gentiles, y no entréis en ciudad de samaritanos, |
Y envió sus criados a llamar los convidados a las bodas, mas éstos no quisieron venir.
El país de Zabulón y el país de Neftalí, por donde se va al mar de Tiberíades a la otra parte del Jordán, la Galilea de los gentiles,
Y habiendo convocado a los doce, comenzó a enviarlos de dos en dos a predicar, dándoles potestad sobre los espíritus inmundos.
Después de esto eligió el Señor otros setenta y dos discípulos, a los cuales envió delante de él, de dos en dos. Por todas las ciudades y lugares adonde había de venir él mismo.
Pero un caminante samaritano, llegó adonde estaba, y viéndole se movió a compasión;
y se postró a los pies de Jesús , pecho por tierra, dándole gracias; y éste era un samaritano.
Algún tiempo después habiendo convocado a los doce apóstoles, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y virtud de curar enfermedades.
Y los envió a predicar el reino de Dios, y a dar la salud a los enfermos.
Así como tú me has enviado al mundo, así yo los he enviado también a ellos al mundo.
El cual les repitió: La paz sea con vosotros. Como mi Padre me envió, así os envío también a vosotros.
Nuestros padres adoraron a Dios en este monte, y vosotros los judíos decís que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar.
Llegó, pues, a la ciudad de Samaria, llamada Sicar, o Siquem, vecina a la heredad que Jacob dio a su hijo José.
Pero la mujer samaritana le respondió: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? Porque los judíos no se comunican con los samaritanos.
Sobre lo cual dijeron los judíos entre sí: ¿A dónde irá éste, que no le hayamos de hallar? ¿Se irá quizá por entre las naciones esparcidas por el mundo a predicar a los gentiles?
A esto respondieron los judíos diciéndole: ¿No decimos bien nosotros que tú eres un samaritano, y que estás endemoniado?
recibiréis, sí, la virtud del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y me serviréis de testigos en Jerusalén , y en toda la Judea, y Samaria, y hasta el cabo del mundo.
Y los fieles, circuncidados, o judíos, que habían venido con Pedro, quedaron pasmados, al ver que la gracia del Espíritu Santo se derramaba también sobre los gentiles, o incircuncisos.
Por aquellos días se levantó una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén , y todos los discípulos, menos los apóstoles, se dispersaron por varios distritos de Judea, y de Samaria.
prohibiéndonos predicar a los gentiles a fin de que se salven, para ir siempre ellos llenando la medida de sus pecados; por lo que la ira de Dios ha caído sobre su cabeza, y durará hasta el fin.