Anda, pues, que yo estaré en tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar.
Mateo 10:19 - Biblia Torres Amat 1825 Si bien cuando os hicieren comparecer, no os dé cuidado el cómo o lo que habéis de hablar, porque os será dado en aquella misma hora lo que hayáis de decir; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los arresten, no se preocupen por cómo responder o qué decir. Dios les dará las palabras apropiadas en el momento preciso. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando sean arrestados, no se preocupen por lo que van a decir, ni cómo han de hablar. Llegado ese momento, se les comunicará lo que tengan que decir. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar, porque en esa hora os será dado lo que habéis de hablar,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero, cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué habéis de decir, porque se os comunicará en aquel momento lo que habéis de decir, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas cuando os entregaren, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar; porque en aquella misma hora, os será dado lo que habéis de hablar. |
Anda, pues, que yo estaré en tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar.
Tú le hablarás y le irás poniendo mis palabras en su boca. Yo estaré en tu boca y en la suya, y os mostraré lo que debéis hacer.
Y me replicó el Señor: No digas, soy un jovencito, porque con mi auxilio tú ejecutarás todas las cosas para las cuales te comisione, y todo cuanto yo te encomiende que digas, lo di-rás.
Después alargó el Señor su mano, y tocó mis labios; y me añadió el Señor: Mira, yo pongo mis palabras en tu boca;
y por mi causa seréis conducidos ante los gobernadores y los reyes para dar testimonio de mí a ellos y a las naciones.
En razón de esto os digo: No os acongojéis por hallar qué comer para sustentar vuestra vida, o de dónde sacaréis vestidos para cubrir vuestro cuerpo. Qué ¿no vale más la vida, o el alma, que el alimento, y el cuerpo que el vesti-do?
Así que no vayáis diciendo acongojados: ¿Dónde hallaremos qué comer y beber? ¿Dónde hallaremos con qué vestirnos?,
No andéis, pues, acongojados por el día de mañana; que el día de mañana harto cuidado traerá por sí; bástale ya a cada día su propio afán o tarea.
Cuando os conduzcan a las sinagogas, y a los magistrados y potestades, no paséis cuidado de lo que, o como habéis de responder.
Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel trance lo que debéis decir.
pero no podían contrarrestar a la sabiduría y al Espíritu que hablaba en él.
No os inquietéis por la solicitud de cosa alguna; mas en todo presentad a Dios vuestras peticiones por medio de la oración y de las plegarias, acompañadas de acción de gracias.
El Señor me librará de todo pecado, y me conducirá a su reino celestial, a él sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Pero pídala con fe sin sombra de duda, o desconfianza; pues quien anda dudando es semejante a la ola del mar alborotada y agitada de viento acá y allá.