y comeréis de estos diezmos tanto vosotros como vuestras familias en todos los lugares en que habitareis, por ser una recompensa del servicio que hacéis en el Tabernáculo del Testimonio.
Mateo 10:10 - Biblia Torres Amat 1825 ni alforja para el viaje, ni más de una túnica y un calzado, ni tampoco palo u otra arma para defenderos; porque el que trabaja merece que lo sustenten. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. Biblia Nueva Traducción Viviente No lleven bolso de viaje con una muda de ropa ni con sandalias, ni siquiera lleven un bastón. No duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen que se les dé alimento. Biblia Católica (Latinoamericana) Nada de provisiones para el viaje, o vestidos de repuesto; no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja se merece el alimento. La Biblia Textual 3a Edicion ni de alforja para el camino ni de dos túnicas, ni de sandalias ni de bordón, porque digno es el obrero de su alimento.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; que el obrero merece su sustento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento. |
y comeréis de estos diezmos tanto vosotros como vuestras familias en todos los lugares en que habitareis, por ser una recompensa del servicio que hacéis en el Tabernáculo del Testimonio.
En cualquier ciudad o aldea en que entrareis, informaos quién hay en ella hombre de bien, o que sea digno de alojaros, y permaneced en su casa hasta vuestra partida.
Y les mandó que nada se llevasen para el camino, sino el solo báculo o bordón; sin alforja, ni pan, o dinero en el cinto, o faja,
les respondía, diciendo: El que tiene dos vestidos, dé al que no tiene ninguno; y haga otro tanto el que tiene qué comer.
Y les dijo: No llevéis nada para el viaje, ni palo, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni mudas de ropa.
Alejandro, el calderero me ha hecho mucho mal; el Señor le dará el pago conforme a sus obras.
y cogiendo el cayado que llevaba siempre en la mano, escogió del torrente cinco guijarros bien lisos; se los metió en el zurrón de pastor que traía consigo, tomó la honda en su mano, y se fue en busca del filisteo.
Dijo entonces Saúl a su criado: Bien está, iremos; pero, ¿qué presente llevaremos al varón de Dios? No hay ya pan en nuestras alforjas, ni tenemos dinero ni cosa alguna que darle.