Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Lucas 9:33 - Biblia Torres Amat 1825

Y así que éstos iban a despedirse de él, le dijo Pedro: Maestro, bien estamos aquí; hagamos tres tiendas o pabellones, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías; no sabiendo lo que decía.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Moisés y Elías comenzaron a irse, Pedro, sin saber siquiera lo que decía, exclamó: «Maestro, ¡es maravilloso que estemos aquí! Hagamos tres enramadas como recordatorios: una para ti, una para Moisés y la otra para Elías».

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Como éstos estaban para irse, Pedro dijo a Jesús: 'Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Pero no sabía lo que decía.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Y sucedió que al tiempo que ellos se apartaban de Él, dijo Pedro a Jesús: Maestro, bueno es quedarnos aquí y hacer tres tabernáculos:° uno para ti, y otro para Moisés y otro para Elías (sin saber° lo que decía).

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando éstos estaban a punto de separarse de él, dijo Pedro a Jesús: '¡Maestro! ¡Qué bueno seria quedarnos aquí! Vamos a hacer tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías'; sin saber lo que decía.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció que apartándose ellos de Él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí, y hagamos tres tabernáculos, uno para ti, y uno para Moisés, y uno para Elías; no sabiendo lo que decía.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Lucas 9:33
13 Referans Kwoze  

Una sola cosa he pedido al Señor, ésta solicitaré; y es que yo pueda vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida; para contemplar las delicias del Señor, frecuentando su templo.


Mas yo hallo mi bien en estar unido con Dios, en poner en el Señor Dios mi esperanza, para anunciar todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión.


Llegado al lugar donde le aguardaban las gentes, vino un hombre, e hincadas las rodillas delante de él, le dijo: Señor, ten compasión de mi hijo, porque le dan ataques y padece mucho; pues muy a menudo cae en el fuego, y frecuentemente en el agua;


Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús : Señor, bueno es estarnos aquí; si te parece, formemos aquí tres pabellones, uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.


Mas Jesús les replicó: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo voy a beber?; ¿o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?


Le replicó Simón: Maestro, toda la noche hemos estado fatigándonos y nada hemos cogido; no obstante, sobre tu palabra echaré la red.


Mas en tanto que esto hablaba, se formó una nube que los cubrió; y viéndolos entrar en esta nube, quedaron aterrados.


Entonces Juan, tomando la palabra, dijo: Maestro, hemos visto a uno lanzar los demonios en tu nombre, pero se lo hemos vedado; porque no anda con nosotros en tu seguimiento.


Le dijo Felipe: Señor, muéstranos al Padre, y eso nos basta.


Porque Dios, que dijo que la luz saliese o brillase de en medio de las tinieblas, él mismo ha hecho brillar su claridad en nuestros corazones, a fin de que nosotros podamos iluminar a los demás por medio del conocimiento de la gloria de Dios, según que ella resplandece en Jesucristo.