Yo pondré enemistades entre ti y la mujer, y entre tu raza y la descendencia suya: ella quebrantará tu cabeza, y andarás acechando a su calcañar.
Lucas 9:22 - Biblia Torres Amat 1825 Y añadió: Porque conviene que el Hijo del hombre padezca muchos tormentos y sea condenado por los ancianos, y los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y sea muerto, y resucite al tercer día. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. Biblia Nueva Traducción Viviente —El Hijo del Hombre tendrá que sufrir muchas cosas terribles —les dijo—. Será rechazado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los maestros de la ley religiosa. Lo matarán, pero al tercer día resucitará. Biblia Católica (Latinoamericana) Y les decía: 'El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará. La Biblia Textual 3a Edicion y dijo: El Hijo del Hombre tiene que padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto y ser resucitado al tercer día. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'EI Hijo del hombre -añadió- tiene que padecer mucho; será reprobado por los ancianos, los pontífices y los escribas y será llevado a la muerte. Pero al tercer día resucitará'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea rechazado por los ancianos, y por los príncipes de los sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. |
Yo pondré enemistades entre ti y la mujer, y entre tu raza y la descendencia suya: ella quebrantará tu cabeza, y andarás acechando a su calcañar.
Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías; y no será más suyo el pueblo, el cual le negará. Y un pueblo con su caudillo vendrá, y destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será la devastación, y acabada la guerra quedará establecida allí la desolación.
¡Oh espada!, desenváinate contra mi pastor y contra el varón unido conmigo, dice el Señor de los ejércitos; hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y extenderé mi mano sobre los párvulos.
Pero yo os declaro que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo cuanto quisieron; así también harán ellos padecer al Hijo del hombre.
Mientras estaban ellos en Galilea, les dijo nuevamente Jesús : El Hijo del hombre ha de ser entregado en manos de los hombres.
diciendo: Señor, nos hemos acordado que aquel impostor, estando todavía en vida, dijo: Después de tres días resucitaré.
Y comenzó a declararles cómo convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y fuese desechado por los ancianos, y por los príncipes de los sacerdotes, y por los escribas, y que fuese muerto, y que resucitase a los tres días.
Entretanto iba instruyendo a sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, y le darán la muerte y después de muerto resucitará al tercer día.
Mas es necesario que primero padezca muchos tormentos y sea desechado de esta nación.
Pues, ¿por ventura no era conveniente que el Cristo padeciese todas estas cosas, y entrase así en su gloria?
Les dijo en seguida: Ved ahí lo que os decía, cuando estaba aún con vosotros, que era necesario que se cumpliese todo cuanto está escrito de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.
diciendo: Conviene que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y crucificado, y que al tercer día resucite.
Con lo que todos quedaban pasmados del gran poder de Dios; y mientras todo el mundo no cesaba de admirar las cosas que hacía, él dijo a sus discípulos: Grabad en vuestro corazón lo que voy a deciros: El Hijo del hombre está para ser entregado en manos de los hombres.
Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, según las mismas Escrituras.
A los cuales fue revelado, que no para sí mismos, sino para vosotros administraban, o profetizaban, las cosas que ahora se os han anunciado, por medio de los que os predicaron la buena nueva, habiendo sido enviado del cielo el Espíritu Santo, en cuyas cosas o misterios los ángeles mismos desean penetrar con su vista.