Por lo cual dijo a Elías: ¿Qué te he hecho yo, oh varón de Dios? ¿Has entrado en mi casa para renovar la memoria de mis pecados, y en castigo de ellos hacer morir a mi hijo.
Lucas 8:37 - Biblia Torres Amat 1825 Entonces todos los gerasenos a una le suplicaron que se retirase de su país; por hallarse sobrecogidos de gran espanto. Subiendo, pues, Jesús en la barca, se volvió. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió. Biblia Nueva Traducción Viviente Y todos los habitantes de la región de los gerasenos le suplicaron a Jesús que se fuera y los dejara en paz, porque una gran ola de miedo se apoderó de ellos. Entonces Jesús regresó a la barca y se fue y cruzó nuevamente al otro lado del lago. Biblia Católica (Latinoamericana) Un miedo muy fuerte se apoderó de ellos y todo el pueblo del territorio de los gerasenos pidió a Jesús que se alejara.
Cuando Jesús subió a la barca para volver, La Biblia Textual 3a Edicion Pero toda la multitud de alrededor de los gerasenos° le rogó que se alejara de ellos, porque estaban sobrecogidos de un gran temor. Y entrando en una barca, regresó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces toda la multitud de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos; pues estaban dominados por un miedo enorme. Entró, pues, en una barca y se volvió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogó que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y Él, subiendo en la barca, se volvió. |
Por lo cual dijo a Elías: ¿Qué te he hecho yo, oh varón de Dios? ¿Has entrado en mi casa para renovar la memoria de mis pecados, y en castigo de ellos hacer morir a mi hijo.
Al punto toda la ciudad salió en busca de Jesús , y al verle le suplicaron que se retirase de su país.
Y temiendo muchas pérdidas, comenzaron a rogarle que se retirase de sus confines.
El que os escucha a vosotros, me escucha a mí; y el que os desprecia a vosotros, a mí me desprecia. Y quien a mí me desprecia, desprecia a aquel que me ha enviado.
Lo que viendo Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús , diciendo: Apártate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.
Este, pues, así que vio a Jesús , se arrojó a sus pies, y le dijo a grandes gritos: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Dios altísimo? Te ruego que no me atormentes.
Les contaron asimismo los que habían estado presentes de qué manera había sido librado de la legión de demonios.
Pedíale aquel hombre de quien habían salido los demonios, que le llevase en su compañía. Pero Jesús le despidió diciendo:
Y donde nadie os recibiere, al salir de la ciudad, sacudid aun el polvo de vuestros pies, en testimonio contra sus moradores.
El Hijo del hombre no ha venido para perder a los hombres, sino para salvarlos. Y con esto se fueron a otra aldea.
Y así viniendo procuraron excusarse con ellos, y sacándolos de la cárcel les suplicaron que se fuesen de la ciudad.
Ahora pues: ¿por qué nos hemos de exponer a morir, y a que nos devore este terrible fuego? Puesto que si proseguimos más oyendo la voz de Dios nuestro Señor, nos costará la vida.
Por lo que dijeron los ciudadanos de Betsamés: ¿Quién podrá estar en la presencia de este Señor, de este Dios tan santo? ¿y a qué lugar podrá trasladarse?