Lucas 6:20 - Biblia Torres Amat 1825 Entonces levantando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jesús se volvió hacia sus discípulos y les dijo: «Dios los bendice a ustedes, que son pobres, porque el reino de Dios les pertenece. Biblia Católica (Latinoamericana) El, entonces, levantó los ojos hacia sus discípulos y les dijo: La Biblia Textual 3a Edicion Y levantando sus ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y él, levantando los ojos hacia sus discípulos, dijo: 'Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y alzando Él sus ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres; porque vuestro es el reino de Dios. |
Mejor es ser humillado con los mansos o modestos, que repartir despojos con los soberbios.
Más apreciado es el pobre que procede con sencillez, que el rico de labios perversos e insensatos.
Porque el soberbio fue abatido, fue consumido el escarnecedor, y destruidos todos aquellos falsos doctores que madrugaban para hacer mal;
Estas cosas todas las hizo mi mano y todas ellas son obra mía, dice el Señor. ¿Y en quién pondré yo mis ojos, sino en el pobrecito y contrito de corazón, y que oye con respetuoso temor mis palabras?
Y dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, el cual pondrá su esperanza en el Nombre del Señor.
Y quedó anulada en aquel día; y los pobres de mi grey, que me son fieles, han reconocido así que ésta es palabra del Señor.
Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia el mensaje de salvación a los pobres;
Entonces el rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, a tomar posesión del reino celestial, que os está preparado desde el principio del mundo;
Mas viendo Jesús a todo este gentío se subió a un monte, donde habiéndose sentado, se le acercaron sus discípulos;
No tenéis vosotros que temer, pequeñito rebaño, porque ha sido el agrado de vuestro Padre daros el reino.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes; cuando veréis a Abrahán, y a Isaac, y a Jacob , y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras vosotros sois arrojados fuera.
Habiendo oído esto uno de los convidados le dijo: ¡Oh, bienaventurado aquel que tenga parte en el convite del reino de Dios!
Le respondió Abrahán: Hijo, acuérdate que recibiste bienes durante tu vida, y Lázaro al contrario males; y así éste ahora es consolado, y tú atormentado;
El Espíritu del Señor reposó sobre mí, por lo cual me ha consagrado con su unción divina, y me ha enviado a dar buenas nuevas a los pobres; a curar a los que tienen el corazón contrito;
para corroborar los ánimos de los discípulos, y exhortarlos a perseverar en la fe, haciéndoles entender que es preciso pasar por medio de muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios.
como melancólicos, estando en realidad siempre alegres como menesterosos, siendo así que enriquecemos a muchos; como que nada tenemos, y todo lo poseemos.
Y es, que han sido colmados de gozo a proporción de las muchas tribulaciones con que han sido probados; y que su extrema pobreza ha derramado con abundancia las riquezas de su buen corazón;
Porque bien sabéis cuál haya sido la liberalidad de nuestro Señor Jesucristo; el cual siendo rico, se hizo pobre por vosotros a fin de que vosotros fueseis ricos por medio de su pobreza.
Vosotros de vuestra parte os hicisteis imitadores nuestros y del Señor, recibiendo su palabra en medio de muchas tribulaciones, con gozo del Espíritu Santo,
Porque delante de Dios es justo que él aflija a su vez a aquellos que ahora os afligen;
Ninguno cuando es tentado, diga que Dios le tienta; porque Dios no puede jamás dirigirnos al mal; y así él a ninguno tienta.
Vosotros, al contrario, habéis afrentado al pobre. ¿No son los ricos los que os tiranizan, y no son ésos mismos los que os arrastran a los tribunales?
No temas nada de lo que has de padecer. Mira que el diablo ha de meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados en la fe; y seréis atribulados por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida eterna.
Levanta del polvo al mendigo, y del estiércol ensalza al pobre, para que se siente entre los príncipes, y ocupe un trono de gloria. Porque del Señor son los polos o cimientos de la tierra, y él asentó sobre ellos el mundo.