El temor del Señor enseña la sabiduría; y a la gloria ha de preceder la humildad.
Lucas 5:15 - Biblia Torres Amat 1825 Sin embargo, su fama se extendía cada día más; de manera que los pueblos acudían en tropas a oírle, y a ser curados de sus enfermedades. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, a pesar de las instrucciones de Jesús, la noticia de su poder corrió aún más, y grandes multitudes llegaron para escucharlo predicar y ser sanados de sus enfermedades. Biblia Católica (Latinoamericana) La fama de Jesús crecía más y más, a tal punto que multitudes acudían para oírle y ser curados de sus enfermedades. La Biblia Textual 3a Edicion Pero su fama° se difundía más y más, y grandes multitudes concurrían para oírlo y ser sanadas de sus enfermedades. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero su fama se extendía cada día más, y numerosas multitudes acudían para oírlo y para ser curadas de sus enfermedades. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero su fama mucho más se extendía, y grandes multitudes se reunían para oírle y ser sanados por Él de sus enfermedades. |
El temor del Señor enseña la sabiduría; y a la gloria ha de preceder la humildad.
Mas aquel hombre, así que se fue, comenzó a hablar de su curación, y a publicarla por todas partes; de modo que ya no podía Jesús entrar manifiestamente en la ciudad, sino que andaba fuera por lugares solitarios, y acudían a él de todas partes.
Y Jesús con sus discípulos se retiró a la ribera del mar de Tiberíades, y le fue siguiendo mucha gente de Galilea y de Judea,
Entretanto, habiéndose juntado alrededor de Jesús tanto concurso de gentes que se atropellaban unos a otros, empezó a decir a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
Y como le siguiese una gran muchedumbre porque veían los milagros que hacía con los enfermos,
Todos los que están debajo del yugo de la servidumbre, han de considerar a sus señores como dignos de todo respeto, para que el nombre del Señor y su doctrina no sea blasfemada.