Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Lucas 24:38 - Biblia Torres Amat 1825

Y Jesús les dijo: ¿De qué os asustáis y por qué dais lugar en vuestro corazón a tales pensamientos?

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

«¿Por qué están asustados? —les preguntó—. ¿Por qué tienen el corazón lleno de dudas?

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

pero él les dijo: '¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso?'

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero Él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y por qué surgen dudas en vuestro corazón?

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero él les dijo: '¿Por qué estáis turbados y por qué surgen dudas en vuestro corazón?

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestros corazones estos pensamientos?

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Lucas 24:38
7 Referans Kwoze  

Lava, pues, ¡oh Jerusalén !, tu corazón de toda malicia, si quieres salvarte. ¿Hasta cuándo tendrán acogida en ti los pensamientos nocivos o perversos?


Entonces Daniel, que era llamado Baltasar, se quedó pensativo y en silencio como una hora, y lo conturbaban sus pensamientos. Mas el rey tomó la palabra, y dijo: Baltasar, no te turbes por causa del sueño y de su explicación. A lo que respondió Baltasar diciendo: Ojalá, señor mío, que el sueño recaiga sobre los que te quieren mal, y sea para tus enemigos lo que él significa.


Y tuve un sueño que me estremeció; y las ideas, y los fantasmas que me pasaron por la cabeza estando en cama, me llenaron de turbación.


Lo que conociendo Jesús , dijo: Hombres de poca fe, ¿qué andáis discurriendo dentro de vosotros, porque no tenéis pan?


Ellos, atónitos, y atemorizados, se imaginaban ver a algún espíritu.


Mirad mis manos y mis pies, yo mismo soy, palpad, y considerad que un espíritu no tiene carne, ni huesos, como vosotros veis que yo tengo.


Teniendo, pues, por sumo sacerdote a Jesús , Hijo de Dios, que penetró hasta lo más alto del cielo, y nos abrió sus puertas, estemos firmes en la fe que hemos profesado.