Asimismo Azarías, hijo de Helcías, hijo de Mosollam, hijo de Sadoc, hijo de Marayot, hijo de Aquitob, sumo sacerdote de la casa de Dios.
Lucas 22:4 - Biblia Torres Amat 1825 El cual se fue a tratar con los príncipes de los sacerdotes y con los prefectos la manera de ponerle en sus manos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y este fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría. Biblia Nueva Traducción Viviente quien fue a ver a los principales sacerdotes y a los capitanes de la guardia del templo para hablar con ellos sobre la mejor manera de traicionar a Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) y fue a tratar con los jefes de los sacerdotes y con los jefes de la policía del Templo sobre el modo de entregarles a Jesús. La Biblia Textual 3a Edicion y él fue y habló con los principales sacerdotes y magistrados, de cómo se lo entregaría.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste fue a tratar con los pontífices y los oficiales de la guardia sobre la manera de entregárselo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y este fue y habló con los príncipes de los sacerdotes, y con los magistrados, de cómo se lo entregaría. |
Asimismo Azarías, hijo de Helcías, hijo de Mosollam, hijo de Sadoc, hijo de Marayot, hijo de Aquitob, sumo sacerdote de la casa de Dios.
Saría, hijo de Helcías, hijo de Mosollam, hijo de Sadoc, hijo de Merayot, hijo de Aquitob, príncipe de la casa de Dios,
Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a verse con los príncipes de los sacerdotes, y les dijo:
Dijo después Jesús a los príncipes de los sacerdotes, y a los prefectos del templo, y a los ancianos que venían contra él: ¿Habéis salido armados con espadas y garrotes como contra un ladrón?
Mientras ellos estaban hablando al pueblo, sobrevinieron los sacerdotes con el magistrado o comandante del templo y los saduceos,
Oídas tales nuevas, tanto el comandante del templo, como los príncipes de los sacerdotes, no podían atinar qué se habría hecho de ellos.
Entonces el comandante fue allá con su gente y los condujo sin hacerles violencia; porque temían ser apedreados por el pueblo.