y se apoderó de los tesoros del templo del Señor, y de los tesoros del rey, y robó todas las alhajas, hasta los escudos de oro que había hecho Salomón ;
Lucas 21:1 - Biblia Torres Amat 1825 Estando un día Jesús mirando hacia el arca del templo, vio a varios ricos que iban echando en él sus ofrendas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras Jesús estaba en el templo, observó a los ricos que depositaban sus ofrendas en la caja de las ofrendas. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del Templo. La Biblia Textual 3a Edicion Y levantando los ojos, vio a los ricos echando sus ofrendas en el arca de las ofrendas,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Levantó luego la vista y vio que los ricos echaban sus ofrendas en el tesoro. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y levantando la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. |
y se apoderó de los tesoros del templo del Señor, y de los tesoros del rey, y robó todas las alhajas, hasta los escudos de oro que había hecho Salomón ;
Entonces el sumo sacerdote Joíada mandó hacer una arca , y abrir encima de ella un agujero; y la colocó cerca del altar, a mano derecha de los que entraban en la Casa del Señor. Y los sacerdotes que estaban de guardia en las puertas echaban en ella todo el dinero que se ofrecía al templo del Señor.
Y tomó Nabucodonosor todos los tesoros del templo del Señor, y los tesoros de la casa real, e hizo pedazos todos los vasos de oro, que había hecho Salomón , rey de Israel para el templo del Señor, como el Señor lo tenía predicho.
Y transportó a Babilonia todos los vasos de la casa del Señor tanto los grandes como los pequeños, y los tesoros del templo, y del rey, y de los magnates.
cuya superintendencia dimos a Selemías sacerdote, y a Sadoc escriba, y a Fadaías, del número de los levitas; y por su ayudante a Hanán, hijo de Zacur, hijo de Matanías; por cuanto se tenían experimentados por fieles, y por lo mismo se confió a éstos repartir las porciones entre sus hermanos.
Pero los príncipes de los sacerdotes, recogidas las monedas, dijeron: No es lícito meterlas en el tesoro del templo siendo como son precio de sangre.
que devoran las casas de las viudas, con el pretexto de hacer larga oración: éstos serán condenados con mayor rigor.
Estas cosas las dijo Jesús enseñando en el templo, en el atrio del tesoro; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
Mas todo lo que se hallare de oro y plata y de utensilios de cobre y hierro, sea consagrado a Dios, y guardado en sus tesoros.
Después abrasaron la ciudad y cuanto en ella había, menos el oro y la plata, y los muebles de cobre y de hierro, que fueron consagrados para el erario del Señor.