Por cuanto el pecador se jacta en los perversos deseos de su alma; y el inicuo se ve celebrado.
Lucas 18:24 - Biblia Torres Amat 1825 Y Jesús viéndole sobrecogido de tristeza, dijo: ¡Oh cuán dificultosamente los adinerados entrarán en el reino de Dios! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús lo vio y dijo: «¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios! Biblia Católica (Latinoamericana) Al verlo, dijo Jesús: '¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios para los que tienen riquezas!' La Biblia Textual 3a Edicion Y viéndolo Jesús, dijo: ¡Cuán difícilmente entran en el reino de Dios los que tienen riquezas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al verlo Jesús, dijo: '¡Qué difícilmente entran en el reino de Dios los que tienen riquezas! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! |
Por cuanto el pecador se jacta en los perversos deseos de su alma; y el inicuo se ve celebrado.
Quien confía en sus riquezas, caerá por tierra; al paso que los justos florecerán como árbol de verdes ramas.
El caudal es para el rico como una plaza fuerte, y como un muro firme que lo rodea.
no sea que viéndome sobrado, me vea tentado a renegar de ti; y diga lleno de arrogancia: ¿Quién es el Señor? O bien que, acosado de la necesidad, me ponga a robar, y a perjurar el Nombre de mi Dios.
así es vuestra raza perversa. Mirad lo que dice el Señor: ¿Por ventura he sido yo para Israel algún desierto o tierra sombría que tarda en fructificar? Pues ¿por qué motivo me ha dicho mi pueblo: Nosotros nos retiramos, no volveremos jamás a ti?
Iré, pues, a los principales del pueblo y hablaré a ellos, que sin duda esos saben el camino del Señor, los juicios de su Dios. Pero hallé que éstos, aún más que los otros, todos a una quebrantaron el yugo del Señor, rompieron sus correas.
El rey se puso triste; mas en atención al impío juramento, y a los que estaban con él a la mesa, no quiso disgustarla,