Yo en verdad te planté cual viña escogida de sarmientos de buena calidad; ¿pues cómo has degenerado, convirtiéndote en viña bastarda?
Lucas 13:6 - Biblia Torres Amat 1825 Y les añadió esta parábola: Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y vino a ella en busca de fruto, y no lo halló; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre plantó una higuera en su jardín, y regresó varias veces para ver si había dado algún fruto, pero siempre quedaba decepcionado. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús continuó con esta comparación: 'Un hombre tenía una higuera que crecía en medio de su viña. Fue a buscar higos, pero no los halló. La Biblia Textual 3a Edicion Y propuso esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo halló. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces les proponía esta parábola: 'Un hombre tenía plantada una higuera en su viña; fue a buscar fruto en ella, pero no lo encontró. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dijo también esta parábola: Un hombre tenía una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. |
Yo en verdad te planté cual viña escogida de sarmientos de buena calidad; ¿pues cómo has degenerado, convirtiéndote en viña bastarda?
Pues yo los reuniré todos juntos para perderlos, dice el Señor, las viñas están sin uvas, y sin higos las higueras, hasta las hojas han caído; y las cosas que yo les diera, se les han escapado de las manos.
Os digo que no; mas si vosotros no hiciereis penitencia, todos pereceréis igualmente.
El hacha está ya puesta a la raíz de los árboles. Así que, todo árbol que no da fruto, será cortado y arrojado al fuego.
No me elegisteis vosotros a mí, si no que yo soy el que os he elegido, y destinado para que vayáis por todo el mundo y hagáis fruto, y vuestro fruto sea duradero, a fin de que cualquier cosa que pidiereis al Padre en mi nombre, os la conceda.
Al contrario, los frutos del espíritu son caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad,
No es que desee yo vuestras dádivas, sino lo que deseo es el provecho considerable que resultará de ello a cuenta vuestra delante de Dios.
La cual les respondió: ¿Debo yo abandonar la dulzura y suavidad de mi fruto, por ir a ser superior entre los otros árboles?