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Lucas 13:34 - Biblia Torres Amat 1825

¡Oh Jerusalén , Jerusalén , que matas a los profetas,y apedreas a los que a ti son enviados!, ¿cuántas veces quise recoger a tus hijos, a la manera que el ave cubre su nidada debajo de sus alas, y tú no has querido?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»¡Oh, Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos debajo de sus alas, pero no me dejaste.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de sus alas, y tú no has querido!

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Jerusalem, Jerusalem, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise recoger a tus hijos como la gallina a sus polluelos bajo sus alas, y no quisisteis!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¡Jerusalén, Jerusalén: la que mata a los profetas y apedrea a los que fueron enviados a ella! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina a sus polluelos bajo sus alas! Pero vosotros no quisisteis.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

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Lucas 13:34
46 Referans Kwoze  

Ellos provocaron tu ira, apartándose de ti, y echando tu ley al trenzado, y mataron a tus profetas que los conjuraban para que se convirtiesen a ti, y cayeron en grandes abominaciones.


Sin embargo, tú los aguantaste por muchos años, y los amonestaste por medio de tu espíritu, hablándoles por boca de los profetas; pero no quisieron escuchar; y los entregaste en poder de los pueblos de las naciones.


Que se alegre Israel en el Señor que le creó, y se regocijen en su rey los hijos de Sión.


De los que resisten el poder de tu diestra, guárdame Señor, como a las niñas de los ojos. Ampárame bajo la sombra de tus alas,


¡Oh, cuánto has multiplicado, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres esperarán bajo las sombras de tus alas.


No destruyas a tu siervo. Ten piedad de mí. ¡Dios mío!, apiádate de mí; ya que mi alma tiene puesta en ti su confianza. A la sombra de tus alas esperaré, hasta que pase la iniquidad.


¡Ah si mi pueblo me hubiese oído a mí, si hubiesen seguido los hijos de Israel por mis caminos!


Con sus alas te hará sombra, y debajo de sus plumas estarás confiado.


sino que dijisteis: De ninguna manera, antes bien huiremos a caballo. Pues por eso mismo digo yo, tendréis que huir de vuestros enemigos; montaremos, dijisteis, velocísimos caballos. Por eso mismo serán más veloces los que os perseguirán.


Porque yo vine al mundo, y no hubo nadie que me recibiese; llamé y no hubo quien me escuchase. ¿Es por ventura que se ha acortado o achicado mi mano, de suerte que no pueda redimir? ¿O no tengo yo poder para libertaros? Sabed que a una amenaza mía haré del mar un desierto, y secaré los ríos; se pudrirán los peces por falta de agua, y morirán en seco.


En vano castigué a vuestros hijos; ellos no hicieron caso de la corrección; antes bien vuestra espada acabó con vuestros profetas; como león destrozador,


quienes sacaron a Urías de Egipto, y lo condujeron al rey Joakim; el cual lo mandó degollar y arrojar el cadáver en la sepultura de la ínfima plebe.


Las palabras con que Jonadab, hijo de Recab, comunicó a sus hijos que no bebieran vino, han sido tan fielmente observadas que no lo han bebido hasta el día de hoy, obedeciendo el precepto de su padre; mas yo os he hablado a vosotros de continuo y a todas horas, y no me habéis obedecido.


Por tanto, esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo voy a descargar sobre Judá, y sobre todos los habitantes de Jerusalén , todas las tribulaciones con que les he amenazado; puesto que yo les he hablado, y no han querido escucharme; los he llamado, y no han querido responderme.


Esto decía también el Señor: Paraos en los caminos, ved y preguntad cuáles son las sendas antiguas, cuál es el buen camino, y seguidlo, y hallaréis refrigerio para vuestras almas. Mas ellos dijeron: No lo seguiremos.


Por eso estoy yo llorando, y son mis ojos fuentes de agua; porque está lejos de mí el consuelo que haga revivir el alma mía. Han perecido mis hijos, pues el enemigo ha triunfado.


pero entró por causa de los pecados de sus profetas y las maldades de sus sacerdotes, que en medio de ella derramaron la sangre de los justos.


Mis profetas amonestaron a los hijos de Israel; pero éstos se alejaron tanto más de ellos, ofrecían víctimas a Baal y sacrificios a los ídolos.


Entretanto estará mi pueblo como en un hilo, esperando con ansia que yo vuelva; mas a todos se les pondrá un yugo perpetuo.


Y vosotros, ¡oh hijos de Sión!, gozaos y alegraos en el Señor Dios vuestro, porque os ha dado que nazca de vosotros el maestro de la justicia o santidad, y os enviará las lluvias de otoño y de primavera como antiguamente.


No seáis como vuestros padres, a los cuales exhortaban los anteriores profetas, diciendo: Esto dice el Señor de los ejércitos: Convertíos de vuestros malos pasos y de vuestros malvados designios, ellos no me escucharon, ni hicieron caso, dice el Señor.


Y envió sus criados a llamar los convidados a las bodas, mas éstos no quisieron venir.


Los demás cogieron a los criados, y después de haberlos llenado de ultrajes los mataron.


Al oír esto, se indignó, y no quería entrar. Salió, pues, su padre afuera y empezó a instarle con ruegos.


y te arrasarán, con los hijos tuyos, que tendrás encerrados dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra; por cuanto has desconocido el tiempo en que Dios te ha visitado.


Pero Jesús vuelto a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén , no lloréis por mí; llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.


¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Ellos son los que mataron a los que anunciaban la venida del Justo, que vosotros acabáis de entregar, y del cual habéis sido homicidas;


Y apedreaban a Esteban, el cual estaba orando, y diciendo: ¡Señor Jesús , recibe mi espíritu!


Por aquellos días se levantó una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén , y todos los discípulos, menos los apóstoles, se dispersaron por varios distritos de Judea, y de Samaria.


¡Ojalá que tuviesen sabiduría e inteligencia, y previesen sus postrimerías!


Ojalá que siempre tengan tal espíritu y corazón, que me teman y guarden todos mis mandamientos en todo tiempo, para que sean felices ellos y sus hijos eternamente.


Y las gentes de las tribus, y pueblos, y lenguas, y naciones estarán viendo sus cuerpos por tres días y medio, y no permitirán que se les dé sepultura.


El Señor te premie por tu acción, y recibas un cumplido galardón del Señor Dios de Israel, a quien has recurrido, y debajo de cuyas alas te has amparado.