Busca el mofador la sabiduría, y no la encuentra; el hombre prudente se instruye fácilmente.
Lucas 13:24 - Biblia Torres Amat 1825 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os aseguro que muchos buscarán cómo entrar, y no podrán. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Biblia Nueva Traducción Viviente —Esfuércense por entrar por la puerta angosta del reino de Dios, porque muchos tratarán de entrar pero fracasarán. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús respondió: 'Esfuércense por entrar por la puerta angosta, porque yo les digo que muchos tratarán de entrar y no lo lograrán. La Biblia Textual 3a Edicion Esforzaos para entrar por la puerta angosta, porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Esforzaos por entrar por la puerta estrecha; que muchos -os lo digo yo- intentarán entrar, pero no lo conseguirán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porfiad a entrar por la puerta estrecha; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. |
Busca el mofador la sabiduría, y no la encuentra; el hombre prudente se instruye fácilmente.
Los deseos consumen al perezoso, pues sus manos no quieren trabajar poco ni mucho.
El fruto de las fatigas del necio será la aflicción; porque ni el camino sabe tan siquiera por dónde ir a la ciudad.
Lavaos, pues, purificaos, apartad de mis ojos la malignidad de vuestros pensamientos, cesad de obrar mal,
Y acuden a ti en gran cantidad, se sientan delante de ti los del pueblo mío, y escuchan tus palabras; pero no las ponen en práctica; porque ellos las convierten en asuntos de sus canciones, y su corazón corre tras de avaricia.
Y desde el tiempo de Juan Bautista, hasta el presente, el reino de los cielos se alcanza a viva fuerza, y los que se la hacen a sí mismos, son los que lo arrebatan.
Y uno le preguntó: Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan. El en respuesta dijo a los oyentes:
Velad, pues, orando en todo tiempo, a fin de merecer el evitar todos estos males venideros, y comparecer ante el Hijo del hombre.
Hijitos míos, por un poco de tiempo aún estoy con vosotros. Vosotros me buscaréis; y así como dije a los judíos: A donde yo voy no podéis venir vosotros, eso mismo digo a vosotros ahora.
pues un ángel del Señor descendía de tiempo en tiempo a la piscina, y se agitaba el agua. Y el primero que después de movida el agua entraba en la piscina, quedaba sano de cualquiera enfermedad que tuviese.
Trabajad para tener no tanto el manjar que se consume, sino el que dura hasta la vida eterna, el cual os lo dará el Hijo del hombre, pues en éste imprimió su sello o imagen el Padre, que es Dios.
Vosotros me buscaréis y no me hallaréis; y adonde yo voy a estar, vosotros no podéis venir.
Les dijo Jesús en otra ocasión: Yo me voy, y vosotros me buscaréis, y vendréis a morir en vuestro pecado. Adonde yo voy, no podéis venir vosotros.
Porque no conociendo la justicia que viene de Dios, y esforzándose a establecer la suya propia, no se han sujetado a Dios para recibir de él esta justicia.
a cuyo fin dirijo yo todos mis esfuerzos, peleando según el impulso que ejerce en mí el Señor, con su poderosa virtud.
Puesto que la palabra de Dios es viva, y eficaz, y más penetrante que cualquier espada de dos filos, y que entra y penetra hasta los pliegues del alma y del espíritu, hasta las junturas y tuétanos, y discierne y califica los pensamientos y las intenciones más ocultas del corazón.
y a la vuelta le dijeron: No es menester que se mueva todo el ejército, basta que dos o tres mil hombres marchen y arrasen la ciudad; ¿para qué se ha de fatigar inútilmente todo el pueblo contra poquísimos enemigos?
Pues de este modo se os abrirá de par en par la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.