y propicio a tu pueblo que pecó contra ti, perdonarás todas las iniquidades con que contra ti hubieren cometido; e infundirás misericordia en aquellos que los tuvieren cautivos, para que los traten con compasión.
Lucas 10:33 - Biblia Torres Amat 1825 Pero un caminante samaritano, llegó adonde estaba, y viéndole se movió a compasión; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; Biblia Nueva Traducción Viviente »Entonces pasó un samaritano despreciado y, cuando vio al hombre, sintió compasión por él. Biblia Católica (Latinoamericana) Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él. La Biblia Textual 3a Edicion Pero un samaritano que iba de camino, se acercó a él, y al verlo, fue movido a compasión; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero un samaritano que iba de camino llegó hasta él y, al verlo, se compadeció, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero un samaritano, que iba de camino, vino adonde él estaba, y cuando lo vio, tuvo compasión de él; |
y propicio a tu pueblo que pecó contra ti, perdonarás todas las iniquidades con que contra ti hubieren cometido; e infundirás misericordia en aquellos que los tuvieren cautivos, para que los traten con compasión.
destapándola, y viendo dentro a un niño que daba tiernos vagidos, se compadeció de él, y dijo: De los niños de los hebreos es éste.
No te deshagas de tu amigo, ni del amigo de tu padre; y cuando te vieres en aflicción, no vayas a la casa de tu hermano; pues más sirve el vecino que está cerca, que un hermano desviado.
A estos doce envió Jesús dándoles las siguientes instrucciones: No vayáis ahora a tierra de gentiles, ni tampoco entréis en poblaciones de samaritanos.
¿No era, pues, justo que tú también tuvieses compasión de tu compañero, como yo la tuve de ti?
Igualmente un levita, a pesar de que se halló vecino al sitio, y le miró, tiró adelante.
y arrimándose, vendó sus heridas bañándolas con aceite y vino; y subiéndole en su cabalgadura, le condujo al mesón, y cuidó de él.
Pero la mujer samaritana le respondió: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? Porque los judíos no se comunican con los samaritanos.
A esto respondieron los judíos diciéndole: ¿No decimos bien nosotros que tú eres un samaritano, y que estás endemoniado?