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Lucas 1:80 - Biblia Torres Amat 1825

Mientras tanto el niño iba creciendo, y se fortalecía en el espíritu, y habitó en los desiertos hasta el tiempo en que debía darse a conocer a Israel.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Juan creció y se fortaleció en espíritu. Y vivió en el desierto hasta que comenzó su ministerio público a Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

A medida que el niño iba creciendo, le vino la fuerza del Espíritu. Vivió en lugares apartados hasta el día en que se manifestó a Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu, y estuvo en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El niño crecía y su espíritu se fortalecía; y moraba en lugares despoblados hasta el momento de manifestarse ante Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en el desierto hasta el día que se mostró a Israel.

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Lòt tradiksyon



Lucas 1:80
11 Referans Kwoze  

Luego que se fueron éstos, empezó Jesús a hablar de Juan, y dijo al pueblo: ¿Qué es lo que salisteis a ver en el desierto? ¿Alguna caña que a todo viento se mueve?


En aquella temporada se dejó ver Juan Bautista predicando en el desierto de Judea,


porque será grande en la presencia del Señor. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar, y será lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre,


Entretanto, el niño iba creciendo, y fortaleciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba en él.


Jesús entretanto crecía en sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios, y de los hombres.


Yo no le conocía; pero yo he venido a bautizar con agua; para que él sea reconocido por Mesías en Israel.


Porque con gran fervor contradecía a los judíos en público, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo o Mesías.


En efecto, el Señor visitó a Ana, la cual concibió y parió tres hijos y dos hijas. Entretanto el niño Samuel iba haciéndose grande en la presencia del Señor.