y en un descendiente tuyo SERAN BENDITAS todas las naciones de la tierra, porque has obedecido a mi voz.
Lucas 1:42 - Biblia Torres Amat 1825 y exclamando en voz alta, dijo: ¡Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. Biblia Nueva Traducción Viviente Elisabet dio un grito de alegría y le exclamó a María: —Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y tu hijo es bendito. Biblia Católica (Latinoamericana) y exclamó en alta voz: '¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!' La Biblia Textual 3a Edicion Y exclamó a gran voz, y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Biblia Serafín de Ausejo 1975 y exclamó a voz en grito: '¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Biblia Reina Valera Gómez (2023) y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. |
y en un descendiente tuyo SERAN BENDITAS todas las naciones de la tierra, porque has obedecido a mi voz.
Porque tú harás que él sea bendición eterna; lo colmarás de gozo con sólo mostrarle tu rostro.
¡Oh tú el más gentil en hermosura entre los hijos de los hombres!, derramada se ve la gracia en tus labios; por eso te bendijo Dios para siempre.
Y habiendo entrado el ángel a donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, ¡oh llena de gracia!, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres.
Lo mismo fue oír el saludo de María, que la criatura, diera saltos de placer en su vientre, e Isabel se sintió llena del Espíritu Santo,
porque ha puesto los ojos en la bajeza de su esclava; por tanto ya desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones.
diciendo: ¡Bendito sea el rey que viene en nombre del Señor; paz en el cielo y gloria en lo más alto de los cielos!
cuyos padres son los patriarcas, y de quienes desciende el mismo Cristo según la carne, el cual es Dios, bendito sobre todas las cosas por siempre jamás. Amén.
Considerad, pues, atentamente a aquel Señor que sufrió tal contradicción de los pecadores contra su misma persona, a fin de que no desmayéis, perdiendo vuestros ánimos.
Le pidió Sísara agua, y le dio leche, y en taza de príncipes le ofreció la nata.