para que, puestos los perfumes sobre el fuego en el altar de oro, la humareda y vapor de ellos cubra el oráculo que está sobre el arca del Testamento y con eso no muera.
Lucas 1:11 - Biblia Torres Amat 1825 Entonces se le apareció a Zacarías un ángel del Señor, puesto en pie a la derecha del altar del incienso, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Biblia Nueva Traducción Viviente Y mientras Zacarías estaba en el santuario, se le apareció un ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Biblia Católica (Latinoamericana) En esto se le apareció un ángel del Señor, de pie, al lado derecho del altar del incienso. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces, desde la derecha del altar del incienso, se le apareció de pie un ángel del Señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces se le apareció un ángel del Señor, puesto en pie, a la derecha del altar del incienso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. |
para que, puestos los perfumes sobre el fuego en el altar de oro, la humareda y vapor de ellos cubra el oráculo que está sobre el arca del Testamento y con eso no muera.
El ángel replicándole dijo: Yo soy Gabriel, que asisto al trono de Dios, de quien he sido enviado a hablarte y a traerte esta feliz nueva.
Y habiendo entrado el ángel a donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, ¡oh llena de gracia!, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres.
Les dijo entonces el ángel: No tenéis que temer; pues vengo a daros una nueva de grandísimo gozo para todo el pueblo,
cuando de improviso un ángel del Señor apareció junto a ellos, y los cercó con su resplandor una luz divina, lo cual los llenó de sumo temor.
Mas el ángel del Señor, abriendo por la noche las puertas de la cárcel, y sacándoles fuera les dijo:
Por tanto, es menester que observemos con mayor empeño las cosas que hemos oído de su boca, a fin de que no quedemos por desgracia del todo vacíos.
la cual decía al sexto ángel, que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles del abismo, que están ligados en el gran río Eufrates.
A la cual se apareció el ángel del Señor, y le dijo: Tú eres estéril y sin hijos; pero concebirás, y parirás un hijo.
Y otorgó el Señor la súplica de Manué, y se apareció por segunda vez el ángel del Señor a su esposa, estando sentada en el campo. Pero no estaba con ella su marido Manué. Y al ver ella el ángel,