También has de hacer lo mismo con el de tus bueyes y ovejas; siete días estará con su madre, y el día octavo me lo ofrecerás.
Levítico 7:24 - Biblia Torres Amat 1825 Ni tampoco la grasa de carne mortecina, o que ha sido presa de alguna bestia; bien que podéis guardarla para otros usos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, mas no la comeréis. Biblia Nueva Traducción Viviente Nunca deberás comer la grasa de un animal encontrado muerto o despedazado por animales salvajes, aunque puede usarse para cualquier otro propósito. Biblia Católica (Latinoamericana) La grasa de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero no la comerán. La Biblia Textual 3a Edicion La grasa de animal muerto o la grasa de animal despedazado podrán servir para cualquier uso, pero ciertamente no la comeréis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La grasa de un animal muerto o despedazado podrá utilizarse para cualquier otro uso, pero no la comeréis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras podrá servir para cualquier otro uso, pero no lo comeréis. |
También has de hacer lo mismo con el de tus bueyes y ovejas; siete días estará con su madre, y el día octavo me lo ofrecerás.
Seréis vosotros unos hombres consagrados a mi servicio; no comeréis la carne que antes haya sido gustada de las bestias, sino que la echaréis a los perros.
Entonces dije yo: ¡Ah, ah, Señor Dios! ¡Ah!, mira que mi alma no está contaminada, y desde mi infancia hasta ahora no he comido cosa mortecina, ni despedazada de fieras, ni jamás ha entrado en mi boca especie ninguna de carne inmunda.
Ninguna cosa de aves, ni de reses que hayan muerto de suyo, o hayan sido muertas por otra bestia, la comerán los sacerdotes.
Cualquier persona de los naturales o extranjeros que comiere carne de algún animal que se ha muerto por sí mismo, o ha sido destrozado por alguna bestia, lavará sus vestidos y su cuerpo con agua, y quedará inmundo hasta la tarde, y de este modo se limpiará.
Carne mortecina, o muerta por otra bestia, no comerán, ni se contaminarán con semejantes viandas. Yo el Señor.
Si alguno comiere de la grasa que debe ser quemada en ofrenda del Señor, será exterminado de su pueblo.
Pero de carne mortecina no comáis nada: la darás al extranjero que se halla dentro de tus muros para que la coma, o se la venderás: por cuanto tú eres un pueblo consagrado al Señor Dios tuyo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.