Que si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque) y airado los abandonares en poder de sus enemigos, y fueren llevados cautivos a tierra enemiga, lejos o cerca de aquí,
Levítico 26:33 - Biblia Torres Amat 1825 Y a vosotros os dispersaré por entre las naciones, y desenvainaré mi espada en pos de vosotros, y quedará desierto vuestra tierra, y arruinadas vuestras ciudades. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades. Biblia Nueva Traducción Viviente Los dispersaré entre las naciones y sacaré mi espada contra ustedes. Sus ciudades quedarán en ruinas y su tierra desolada. Biblia Católica (Latinoamericana) A ustedes los desparramaré entre las ciudades y naciones; y los perseguiré con la espada. Sus tierras serán arruinadas y quedarán desiertas sus ciudades. La Biblia Textual 3a Edicion Y a vosotros os esparciré entre las naciones, y haré desenvainar la espada tras vosotros, y vuestra tierra será devastada, y vuestras ciudades desoladas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A vosotros os dispersaré entre las naciones y desenvainaré la espada detrás de vosotros. Vuestro país será arrasado y vuestras ciudades reducidas a escombros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y yermas vuestras ciudades. |
Que si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque) y airado los abandonares en poder de sus enemigos, y fueren llevados cautivos a tierra enemiga, lejos o cerca de aquí,
Y puso fuego al templo del Señor, y al palacio del rey, y a las casas de Jerusalén , y entregó a las llamas todos los edificios.
Mas si me volvieseis las espaldas y abandonareis mis mandamientos y mis preceptos que os he intimado, y fuereis a servir a dioses ajenos, y los adorareis,
A lo que me respondieron: Los que quedaron del cautiverio, y fueron dejados allí en la provincia, viven en gran aflicción y oprobio; y los muros de Jerusalén están aún por tierra, y sus puertas consumidas por las llamas.
Acuérdate de la palabra que diste a Moisés, siervo tuyo, diciendo: Cuando seias infieles, yo os dispersaré entre las gentes;
Entonces Amán fue y dijo al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido por todas las provincias de tu reino, gentes separadas unas de otras, que observan leyes y ceremonias desconocidas, y lo que es más, desprecian las órdenes del rey; y tú sabes muy bien no ser conveniente a tu reino tolerar su insolencia.
y envilecer su linaje entre las gentes, y esparcirlos por varias regiones.
Nos entregaste como ovejas para el matadero, y nos has dispersado entre las naciones.
Has vendido a tu pueblo de balde; y no hubo concurrencia en su mercado o venta.
Y la hija de Sión, o Jerusalén , quedará como cabaña de una viña, como choza de un melonar, y como una ciudad tomada por asalto.
Y el Señor arrojará a los hombres lejos de su país, y se multiplicarán los que quedaron sobre la tierra.
Y por eso, dice el Señor: Yo los desparramaré, como paja menuda que el viento arrebata al desierto.
Y haré que sean cruelmente perseguidos en todos los reinos de la tierra; por causa de Manasés, hijo de Ezequías , rey de Judá, por todas las cosas que hizo en Jerusalén .
Escuchad, ¡oh naciones!, la palabra del Señor, y anunciadla a las islas más remotas, y decid: Aquel mismo que dispersó a Israel, lo reunirá y lo guardará como guarda el pastor a su rebaño.
Ha salido el león de su guarida, y se ha alzado el destrozador o conquistador de las gentes: se ha puesto en camino para asolar tu tierra; arruinadas serán tus ciudades, sin que quede un solo morador.
Y haré que no se oiga en las ciudades de Judá, ni en las plazas de Jerusalén voz de regocijo y de alegría, voz de esposo y de esposa, porque toda la tierra quedará desolada.
Y todos aquellos que restaren de esta perversa raza, en todos los lugares o sitios abandonados a donde yo los arroje, dice el Señor de los ejércitos, preferirán más morir que vivir en tantos trabajos.
Y los desparramaré por entre naciones, que no conocieron ellos ni sus padres, y enviaré tras de ellos la espada, hasta tanto que sean consumidos.
¡Cómo ha quedado solitaria la ciudad antes tan populosa! La señora de las naciones ha quedado como viuda desamparada; la soberana de las provincias es ahora tributaria.
Emigró y se dispersó Judá, por verse oprimida con muchas maneras de esclavitud; fijó su habitación entre las naciones; mas no halló reposo; la estrecharon por todas partes todos sus perseguidores.
Apartaos, inmundos, decían gritando a los otros; retiraos, marchad fuera, no nos toquéis, porque de resultas de eso tuvieron pendencias entre sí; y los que fueron dispersos entre las naciones, dijeron: No volverá el Señor ya a habitar entre ellos.
El rostro airado del Señor los ha dispersado; ya no volverá él a mirarlos; no han respetado la persona de los sacerdotes, ni se han compadecido de los ancianos.
De suerte que las ciudades hoy día pobladas quedarán desiertas y el país hecho un páramo, y conoceréis que yo soy el Señor.
Nuevamente los amenacé en el desierto que los esparciría entre las naciones, y los dispersaría por toda la tierra,
yo te esparciré entre las naciones, y te esparciré por todo el mundo, y pondré fin a tus abominaciones.
Una tercera parte la quemarás al fuego en medio de la ciudad, concluidos que estén los días del sitio; y cogiendo otra tercera parte la cortarás con cuchillo alrededor de la ciudad; y la otra tercera parte la esparcirás al viento; y en seguida desenvainaré yo la espada en seguimiento de ellos.
Yo los veo escapar ya del asolado país. Egipto los recogerá; el país de Memfis les dará sepultura. Sobre sus codiciadas riquezas crecerá la ortiga, y se verán nacer abrojos en sus habitaciones.
Y cuando sean llevados al cautiverio delante de sus enemigos, allí a mi orden los matará la espada; y fijaré mis ojos sobre ellos, pero para daño suyo, y no para su bien.
Y los dispersé por todos los reinos desconocidos de ellos, y quedó su país asolado, sin haber persona alguna que transitase por él. De esta manera convirtieron en un páramo lo que era tierra de delicias.
Parte morirán a filo de espada; parte serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta tanto que los tiempos de las naciones acaben de cumplirse.
y esparcirá por todas las naciones, y quedaréis reducidos a pocos entre las gentes a donde el Señor os ha de llevar.
Tened, hermanos míos, por objeto de sumo gozo caer en varias tribulaciones,