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Levítico 11:22 - Biblia Torres Amat 1825

podéis comerle; como es el brugo y los de su casta, y el attaco, y el ofiamaco, y la langosta, cada cual en su especie.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

estos comeréis de ellos: la langosta según su especie, el langostín según su especie, el argol según su especie, y el hagab según su especie.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los insectos que se te permite comer incluyen toda clase de langostas, langostones, grillos y saltamontes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

De ellos podrán comer: la langosta en sus diversas especies y toda clase de solam, de jargol y de jagab.

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La Biblia Textual 3a Edicion

De ellos podréis comer: la langosta, según su especie, el grillo, según su especie, la chicharra, según su especie y el saltamontes, según su especie.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

De éstos podréis comer los siguientes: las langostas en todas sus especies y toda clase de saltamontes y grillos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

De estos podéis comer; la langosta según su género, y el langostín según su género, y el argol según su género, y el hagab según su género.

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Lòt tradiksyon



Levítico 11:22
10 Referans Kwoze  

Decid a los pusilánimes: ¡Ea! buen ánimo, y no temáis; mirad a vuestro Dios que viene a ejecutar una justa venganza. Dios mismo en persona vendrá, y os salvará.


mas el que andando en cuatro patas, tiene más largas las piernas de atrás, con las que salta sobre la tierra.


Pero todos los volátiles que tienen cuatro patas iguales, serán para vosotros execrables;


Traía Juan un vestido de pelos de camello y un cinto de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre.


Andaba Juan vestido con un saco de pelos de camello, y traía un ceñidor de cuero a la cintura, sustentándose de langostas y miel silvestre. Y predicaba diciendo:


Tratad con caridad al que todavía es débil en la fe o poco instruido en ella, sin andar con él en disputas de opiniones.


Y así nosotros, como más fuertes en la fe, debemos soportar las flaquezas de los menos firmes y no dejarnos llevar de una vana complacencia por nosotros mismos.


El caso es que debiendo ser maestros si atendemos al tiempo que ha pasado ya, de nuevo necesitáis que os enseñen a vosotros cuáles son los primeros rudimentos de la palabra de Dios, o doctrina cristiana, y habéis llegado a tal estado, que no se os puede dar sino leche, mas no alimento sólido.