Todas las cosas las ha puesto mi Padre en mis manos. Pero nadie conoce al Hijo sino el Padre; ni conoce ninguno al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo haya querido revelarlo.
Juan 7:29 - Biblia Torres Amat 1825 Yo sí que le conozco, porque de él tengo el ser; y él es el que me ha enviado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió. Biblia Nueva Traducción Viviente pero yo sí lo conozco porque provengo de él, y él me envió a ustedes». Biblia Católica (Latinoamericana) El es el que me ha enviado, y yo lo conozco porque vengo de él. La Biblia Textual 3a Edicion Yo lo conozco porque vengo de parte suya, y Él me envió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo sí lo conozco, porque de él procedo y él es quien me ha enviado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo le conozco, porque de Él procedo, y Él me envió. |
Todas las cosas las ha puesto mi Padre en mis manos. Pero nadie conoce al Hijo sino el Padre; ni conoce ninguno al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo haya querido revelarlo.
A Dios nadie le ha visto jamás: El hijo unigénito, existente desde siempre en el seno del Padre, él mismo es quien le ha hecho conocer a los hombres.
Así como el Padre me conoce a mí, así yo conozco al Padre; y doy mi vida por mis ovejas.
Jesús , que sabía que el Padre le había puesto todas las cosas en sus manos, y que como era venido de Dios, a Dios volvía.
Así como tú me has enviado al mundo, así yo los he enviado también a ellos al mundo.
No porque algún hombre haya visto al Padre, excepto el que es hijo de Dios: éste sí que ha visto al Padre.
Vosotros no le habéis conocido; yo sí que le conozco: y si dijere que no le conozco, sería como vosotros un mentiroso. Pero le conozco bien, y observo sus palabras.
esto que vimos y oímos, es lo que os anunciamos, para que tengáis también vosotros unión con nosotros, y nuestra común unión sea con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
Cualquiera que confesare que Jesús es el Hijo de Dios, Dios está en él, y él en Dios.
Y en esto consiste su caridad; que no es porque nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero a nosotros, y envió a su Hijo a ser víctima de propiciación por nuestros pecados.