Como la miel daña a los que comen de ella en demasía, así el que se mete a escudriñar la majestad de Dios, será oprimido del peso de su gloria.
Juan 7:18 - Biblia Torres Amat 1825 Quien habla de su propio movimiento, busca su propia gloria; mas el que únicamente busca la gloria del que le envió, ése es veraz, y no hay en él injusticia o fraude. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y no hay en él injusticia. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que hablan por su propia cuenta buscan su propia gloria, pero el que busca honrar a quien lo envió, habla con la verdad, no con mentiras. Biblia Católica (Latinoamericana) El que habla en nombre propio busca su propia gloria. Pero el que busca la gloria del que lo ha enviado, ése es un hombre sin maldad y que dice la verdad. La Biblia Textual 3a Edicion El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, éste es veraz y en Él no hay injusticia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que habla por su cuenta busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo ha enviado, ése es sincero y no hay en él falsía alguna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que habla de sí mismo, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, Éste es verdadero, y no hay injusticia en Él. |
Como la miel daña a los que comen de ella en demasía, así el que se mete a escudriñar la majestad de Dios, será oprimido del peso de su gloria.
Pero él le respondió: ¿A qué fin tienes celos por amor de mí? ¡Ah! ¡Quién me diera que todo el pueblo profetizase y que el Señor concediese a todos su espíritu!
Ved, pues, cómo habéis de orar: padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
Oyendo Jesús el mensaje, les dijo: Esta enfermedad no es mortal, sino que está ordenada para gloria de Dios, con la mira de que por ella el Hijo de Dios sea glorificado.
¡Oh Padre! glorifica tu santo Nombre. Al momento se oyó del cielo esta voz: Le he glorificado ya, y le glorificaré todavía más.
Y es que amaron más la gloria o estimación de los hombres, que la gloria de Dios.
Respondió Jesús : Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria, diréis, no vale nada; pero es mi Padre el que me glorifica, aquel que decís vosotros que es vuestro Dios.
Carísimos, cuando Dios os prueba con el fuego de las tribulaciones, no lo extrañéis, como si os aconteciese una cosa muy extraordinaria;
Mirad, qué tierno amor hacia nosotros ha tenido el Padre, queriendo que nos llamemos hijos de Dios, y lo seamos en efecto. Por eso el mundo no hace caso de nosotros, porque no conoce a Dios nuestro Padre.