Formó, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, y le inspiró en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.
Juan 6:63 - Biblia Torres Amat 1825 El espíritu es quien da la vida; la carne o el sentido carnal de nada sirve para entender este misterio; las palabras que yo os he dicho, espíritu y vida son. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Biblia Nueva Traducción Viviente Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida, Biblia Católica (Latinoamericana) El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. La Biblia Textual 3a Edicion El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha nada. Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Es el espíritu el que da vida, la carne de nada sirve. Las palabras que yo os he dicho son espíritu y son vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os hablo son espíritu y son vida. |
Formó, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, y le inspiró en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.
Nunca jamás olvidaré tus justísimas instituciones; pues me diste en ellas la vida.
Mantente adicto a la instrucción: nunca la abandones; guárdala bien, pues ella es tu vida.
Pues así como el Padre resucita a los muertos, y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida a los que quiere.
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Id al templo, y puestos allí, predicad al pueblo la doctrina de esta ciencia de vida.
Así que la fe proviene de oír, y oír depende de la predicación de la palabra de Cristo .
Por lo demás, la circuncisión sirve si observas la ley; pero si eres prevaricador de la ley, por más que estés circuncidado, vienes a ser delante de Dios como un hombre incircunciso.
Porque la ley del espíritu de vida, que está en Cristo Jesús , me ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
El primer hombre Adán fue formado con alma viviente; el último Adán, Jesucristo, ha sido llenado de un espíritu vivificante.
Si vivimos por el Espíritu de Dios, procedamos también según el mismo Espíritu.
Porque para con Jesucristo nada importa el ser circunciso o incircunciso, sino la fe, que obra animada de la caridad.
El hecho es que respecto de Jesucristo ni la circuncisión, ni la incircuncisión valen nada, sino que lo que vale es el ser una nueva criatura.
Porque no en vano se os han dado estos preceptos; sino a fin de que cada uno halle la vida en ellos, y ejecutándolos permanezcáis largo tiempo en la tierra en cuya posesión vais a entrar, pasado el Jordán.
De aquí es que no cesamos de dar gracias al Señor; porque cuando recibisteis la palabra de Dios oyéndola de nosotros, la recibisteis, no como palabra de hombre, como palabra de Dios, que fructifica en vosotros que habéis creído.
Tenemos un altar, o una víctima de que no pueden comer los que sirven al Tabernáculo.
No hay criatura invisible a su vista; todas están desnudas y patentes a los ojos de este Señor, de quien hablamos.
Bien lo sabéis vosotros, hermanos míos muy queridos. Y así, sea todo hombre pronto para escuchar, pero detenido en hablar y refrenado en la ira.
Porque toda carne es heno; y toda su gloria como la flor del heno, se secó el heno, y su flor se cayó al instante:
En el cual, o por cuyo movimiento, fue también a predicar a los espíritus encarcelados,
el cual, después de haber devorado la muerte, a fin de hacernos herederos de la vida eterna, está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo, y estándole sumisos los ángeles, y las potestades y las virtudes.