Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y no soy yo digno siquiera de llevarle las sandalias; él es quien ha de bautizaros en el Espíritu Santo y en el fuego.
Juan 3:25 - Biblia Torres Amat 1825 Con esta ocasión se suscitó una disputa entre los discípulos de Juan y algunos judíos acerca del bautismo . Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación. Biblia Nueva Traducción Viviente Surgió un debate entre los discípulos de Juan y cierto judío acerca de la purificación ceremonial. Biblia Católica (Latinoamericana) Un día los discípulos de Juan tuvieron una discusión con un judío sobre la purificación espiritual. La Biblia Textual 3a Edicion Se originó entonces una discusión de los discípulos de Juan con un judío° acerca de la purificación.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se originó entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces hubo una discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación. |
Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y no soy yo digno siquiera de llevarle las sandalias; él es quien ha de bautizaros en el Espíritu Santo y en el fuego.
Porque vosotros, dejando el mandamiento de Dios, observáis con escrupulosidad la tradición de los hombres en lavatorios de jarros y de vasos, y en otras muchas cosas semejantes que hacéis.
Estaban allí seis tinajas de piedra, destinadas para las purificaciones de los judíos; en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaras.
Mas sobreviniendo Cristo sumo sacerdote que nos había de alcanzar los bienes venideros, por medio de un Tabernáculo más excelente y más perfecto, no hecho a mano, esto es, no de fábrica o formación semejante a la nuestra;
Porque no entró Jesús en el santuario hecho de mano de hombre, que era figura del verdadero; sino que entró en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros en el acatamiento de Dios;
el cual, después de haber devorado la muerte, a fin de hacernos herederos de la vida eterna, está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo, y estándole sumisos los ángeles, y las potestades y las virtudes.