Y él dijo a Giezi: Pon haldas en cinta, y toma en tu mano mi báculo y marcha: si te encontrares con alguno, no te pares a saludarlo; si alguno te saludare, no te detengas a responderle; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño.
Juan 20:17 - Biblia Torres Amat 1825 Le dijo Jesús : No me toques más, porque no he subido todavía a mi Padre; mas anda, ve a mis hermanos, y diles de mi parte: Subo a mi Padre y vuestro Padre; a mi Dios y vuestro Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente —No te aferres a mí —le dijo Jesús—, porque todavía no he subido al Padre; pero ve a buscar a mis hermanos y diles: “Voy a subir a mi Padre y al Padre de ustedes, a mi Dios y al Dios de ustedes”. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le dijo: 'Suéltame, pues aún no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús le dice: No me retengas, porque aún no he subido al Padre;° pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús le responde: 'Suéltame, pues todavía no he subido al Padre, vete a mis hermanos y diles: 'Voy a subir a mi Padre y vuestro Padre; a mi Dios y vuestro Dios''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús le dijo: No me toques; porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. |
Y él dijo a Giezi: Pon haldas en cinta, y toma en tu mano mi báculo y marcha: si te encontrares con alguno, no te pares a saludarlo; si alguno te saludare, no te detengas a responderle; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño.
Pero se dijeron unos a otros: No obramos bien, pues este día es día de albricias; si nosotros callamos, y no damos aviso hasta la mañana, se nos hará de esto un crimen. Ea, pues, vamos, y llevemos la nueva al palacio del rey.
Anunciaré tu santo Nombre a mis hermanos; publicaré tus alabanzas en medio de tu pueblo.
Y me acercaré al altar de Dios, al Dios que llena de alegría mi juventud. Cantaré tus alabanzas con la cítara, ¡oh Dios, oh Dios mío!
Porque aquí está Dios, el Dios nuestro, para siempre y por los siglos de los siglos. El nos gobernará eternamente.
Ascendiste, Señor, a lo alto, llevaste contigo a los cautivos; recibiste dones para los hombres; aun para aquellos que no creían que habitase el Señor Dios entre nosotros.
El me invocará, diciéndome: Tú eres mi padre, mi Dios, y el autor de mi salud;
Sábete que quedarán confundidos y avergonzados todos aquellos que te hacen guerra; serán como si no fuesen, y perecerán los que te contradicen.
Mas ésta será la nueva alianza que yo haré, dice el Señor, con la casa de Israel, después que llegue aquel tiempo: Imprimiré mi ley en sus entrañas, y la grabaré en sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán el pueblo mío.
Y habitaréis en la tierra que yo di a vuestros padres, y vosotros seréis el pueblo mío, y yo seré vuestro Dios.
Y tendré junto a ellos mi tabernáculo, y yo seré su Dios, y ellos serán el pueblo mío.
Porque cualquiera que hiciere la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Y el rey, en respuesta, les dirá: En verdad os digo: Siempre que lo hicisteis con algunos de estos mis más pequeños hermanos, conmigo lo hicisteis.
Y ahora, id sin deteneros a decir a sus discípulos que ha resucitado; y he aquí que va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. Ya os lo prevengo de antemano.
Ahora sobre que los muertos hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, cómo Dios hablando con él en la zarza, le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob ?
Así el Señor Jesús , después de haberles hablado varias veces, fue elevado al cielo, y está sentado a la diestra de Dios.
No llevéis bolsillo ni alforja, ni zapatos, ni os paréis a saludar a nadie por el camino.
Víspera del día solemne de la Pascua , sabiendo Jesús que era llegada la hora de su tránsito de este mundo al Padre, como hubiese amado a los suyos que vivían en el mundo, los amó hasta el fin.
Jesús , que sabía que el Padre le había puesto todas las cosas en sus manos, y que como era venido de Dios, a Dios volvía.
En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones; que si no fuese así, os lo hubiera yo dicho. Yo voy a preparar lugar para vosotros.
Habéis oído que os he dicho: Me voy, y vuelvo a vosotros. Si me amaseis, os alegraríais sin duda de que voy al Padre; porque el Padre es mayor que yo.
Le respondió Jesús : Yo soy el camino, la verdad, y la vida: Nadie viene al Padre sino por mí.
Salí del Padre, y vine al mundo; ahora dejo el mundo y otra vez voy al Padre.
Yo ya no estoy más en el mundo, pero éstos quedan en el mundo; yo estoy de partida para ti. ¡Oh Padre santo!, guarda en tu Nombre a éstos que tú me has dado, a fin de que sean una misma cosa por la caridad, así como nosotros lo somos en la naturaleza.
¡Oh Padre justo!, el mundo no te ha conocido; yo sí que te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste.
Ahora glorifícame tú, ¡oh Padre!, en ti mismo, con aquella gloria que como Dios tuve yo en ti antes que el mundo fuese.
Después dice a Tomás: Mete aquí tu dedo, y registra mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado, y no seáis incrédulo, sino fiel.
Pero Jesús les dijo: Todavía estaré con vosotros un poco de tiempo y después me voy a aquel que me ha enviado.
Pues a los que él tiene especialmente previstos, también los predestinó para que se hiciesen conforme a la imagen de su Hijo Jesucristo, de manera que sea el mismo Hijo el primogénito entre muchos hermanos.
y yo os acogeré, y seré yo vuestro padre, y vosotros seréis mis hijos y mis hijas, dice el Señor todopoderoso.
Por la fe de Abrahán, cuando fue probada su fidelidad por Dios, ofreció a Isaac, y el mismo que había recibido las promesas, ofrecía y sacrificaba al unigénito suyo;
ya no será menester que enseñe cada uno a su prójimo y a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque con la luz de la fe todos me conocerán desde el menor de ellos hasta el mayor;
para alcanzar algún día una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, y que es inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
Entretanto, quien tiene tal esperanza de él, se santifica a sí mismo, así como él es también santo.
Y oí una voz grande que venía del trono, y decía: Ved aquí el Tabernáculo de Dios entre los hombres, y el Señor morará con ellos. Y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios habitando en medio de ellos será su Dios.
El que venciere poseerá todas estas cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.