Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Juan 16:26 - Biblia Torres Amat 1825

Entonces le pediréis en mi nombre; y no os digo que yo intercederé con mi Padre por vosotros,

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ese día pedirán en mi nombre. No digo que pediré al Padre de parte de ustedes,

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Ese día ustedes pedirán en mi Nombre, y no será necesario que yo los recomiende ante el Padre,

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que Yo rogaré al Padre por vosotros,

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros;

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Juan 16:26
9 Referans Kwoze  

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consuelo y abogado, para que esté con vosotros eternamente,


Entonces conoceréis vosotros que yo estoy en mi Padre, y que vosotros estáis en mí, y yo en vosotros.


Conoció Jesús que deseaban preguntarle, y les dijo: Vosotros estáis tratando y preguntándoos unos a otros por qué habré dicho: Dentro de poco ya no me veréis; mas poco después me volveréis a ver.


Entonces no habréis de preguntarme cosa alguna. En verdad, en verdad os digo, que cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo concederá.


ahora conocemos que tú lo sabes todo, y no necesitas que nadie te haga preguntas; por donde creemos que has salido de Dios.


Y yo por amor de ellos me santifico, me ofrezco por víctima, a mí mismo; con el fin de que ellos sean santificados en la verdad.


¡Oh Padre!, yo deseo ardientemente que aquellos que tú me has dado, estén conmigo allí mismo donde yo estoy para que contemplen mi gloria, cual tú me la has dado; porque tú me amaste desde antes de la creación del mundo.


Por ellos ruego yo ahora. No ruego por el mundo, sino por éstos que me diste, porque tuyos son:


¿Quién osará condenarlos? Después que Jesucristo no solamente murió por nosotros, sino que también resucitó, y está sentado a la diestra de Dios, en donde asimismo intercede por nosotros.