¡Oh quién me diera, hermano mío, que tú fueses como un niño que amamantado a los pechos de mi madre, para poder besarte, aunque te halle fuera o en la calle, con lo que nadie me desdeñaría.
Juan 15:1 - Biblia Torres Amat 1825 Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Biblia Nueva Traducción Viviente »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. La Biblia Textual 3a Edicion Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. |
¡Oh quién me diera, hermano mío, que tú fueses como un niño que amamantado a los pechos de mi madre, para poder besarte, aunque te halle fuera o en la calle, con lo que nadie me desdeñaría.
Y sucederá que todos aquellos que fueren dejados en Sión, y quedaren en Jerusalén , serán llamados santos; todo el que está escrito o destinado para la vida en Jerusalén .
El pueblo tuyo se compondrá de todos los justos; ellos poseerán eternamente la tierra, siendo unos retoños plantados por mí, obra de mis manos, para que yo sea glorificado.
para cuidar a los de Sión que están llorando, y para darles una corona de gloria, en lugar de la ceniza que cubre sus cabezas; el óleo propio de los días solemnes y alegres en vez de luto; un ropaje de gloria en cambio de su espíritu de aflicción; y los que habitarán en ella serán llamados los valientes en la justicia, plantío del Señor para gloria suya.
Muchos pastores han talado mi viña, han hollado mi heredad, han convertido mi deliciosa posesión en un puro desierto.
Yo en verdad te planté cual viña escogida de sarmientos de buena calidad; ¿pues cómo has degenerado, convirtiéndote en viña bastarda?
Vuestra madre, como una vid de vuestra sangre o estirpe, ha sido plantada junto al agua; por la abundancia de agua crecieron sus frutos y sarmientos.
Era Israel una frondosa viña, que llevó los frutos correspondientes, cuanto más abundó en bienes, tanto mayor número tuvo de altares a los ídolos; y cuanto más fecunda fue su tierra, mayor número tuvo de vanos simulacros.
Escucha tú, oh Josué sacerdote, tú y tus amigos que moran contigo, que son varones de portento. Atiende, pues, lo que dijo: Yo haré venir a mi Siervo, el Oriente.
Mas Jesús respondió: Toda planta que mi Padre celestial no ha plantado, arrancada será de raíz.
Porque el reino de los cielos se parece a un padre de familia, que al romper el día salió a alquilar jornaleros para su viña,
Escuchad otra parábola. Erase un padre de familia que plantó una viña y la cercó de vallado; y cavando hizo en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó después a ciertos labradores, y se ausentó a un país lejano.
En seguida comenzó a hablarles por parábolas: Un hombre, dijo, plantó una viña y la ciñó con cercado, y cavando, hizo en ella un lagar, y construyó una torre, y la arrendó a ciertos labradores, y se marchó lejos de su tierra.
Y les añadió esta parábola: Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y vino a ella en busca de fruto, y no lo halló;
Porque la ley fue dada por Moisés; mas la gracia y la verdad fue traída por Jesucristo.
El Verbo era la luz verdadera, que cuanto es de sí alumbra a todo hombre que viene a este mundo.
Todo sarmiento que en mí que soy la vid no lleva fruto, lo cortará; y a todo aquel que diere fruto, lo podará para que dé más fruto.
Les respondió Jesús : En verdad, en verdad os digo: Moisés no os dio pan del cielo; mi Padre es quien os da a vosotros el verdadero pan del cielo.
Porque mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre es verdaderamente bebida.
Que si algunas de las ramas han sido cortadas, y si tú, ¡oh pueblo gentil!, que no eres más que un acebuche, has sido injertado en lugar de ellas, y hecho participante de la savia o jugo que sube de la raíz del olivo,
Porque nosotros somos unos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva, sois el edificio que Dios construye por nuestras manos.
Quien dice estar en la luz, aborreciendo a su hermano, o al prójimo, en tinieblas está todavía.