(Esta María es aquella misma que derramó sobre el Señor el perfume, y le limpió los pies con sus cabellos; de la cual era hermano el Lázaro que estaba enfermo).
Juan 13:14 - Biblia Torres Amat 1825 Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, debéis también vosotros lavaros los pies uno al otro. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Biblia Nueva Traducción Viviente Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. La Biblia Textual 3a Edicion Pues si Yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pues si yo, vuestro Señor y Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. |
(Esta María es aquella misma que derramó sobre el Señor el perfume, y le limpió los pies con sus cabellos; de la cual era hermano el Lázaro que estaba enfermo).
Yo os he hecho ver en toda mi conducta, que trabajando de esta suerte, es como se debe sobrellevar a los débiles, y tener presente las palabras del Señor Jesús , cuando dijo: Mucho mayor dicha es el dar, que el recibir.
amándoos recíprocamente con ternura y caridad fraternal, procurando anticiparos unos a otros en las señales de honor y de deferencia.
Estad siempre unidos en unos mismos sentimientos y deseos, no buscando cosas altas, sino acomodándoos a lo que sea más humilde. No queráis teneros dentro de vosotros mismos por sabios o prudentes.
Ahora, pues, yo os declaro que ningún verdadero profeta, ningún hombre que habla inspirado de Dios, dice anatema a Jesús . Ni nadie puede confesar que Jesús es el Señor, sino por el Espíritu Santo.
Por lo cual si lo que yo como escandaliza a mi hermano, no comeré en mi vida carne alguna, sólo por no escandalizar a mi hermano.
Mas yo, Pablo, aquel mismo Pablo que, como dicen mis enemigos, parezco tan pequeño o humilde estando entre vosotros, pero que ausente soy para con vosotros osado, o imperioso, os suplico encarecidamente por la mansedumbre y modestia de Cristo ,
Porque bien sabéis cuál haya sido la liberalidad de nuestro Señor Jesucristo; el cual siendo rico, se hizo pobre por vosotros a fin de que vosotros fueseis ricos por medio de su pobreza.
Porque vosotros, hermanos míos, sois llamados a un estado de libertad; cuidad solamente que esta libertad no os sirva de ocasión para vivir según la carne; pero sed siervos unos de otros por un amor espiritual,
y toda lengua confiese que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre.
Viudas jóvenes no las admitas al servicio de la Iglesia. Pues cuando se han regalado a costa de los bienes de Cristo , quieren casarse,
Considerad, pues, atentamente a aquel Señor que sufrió tal contradicción de los pecadores contra su misma persona, a fin de que no desmayéis, perdiendo vuestros ánimos.
De suerte que ya el tiempo que le queda en esta vida mortal, viva, no conforme a las pasiones humanas, sino conforme a la voluntad de Dios.
Humillaos, pues, bajo la mano poderosa de Dios, para que os exalte al tiempo de su visita o del juicio,