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Juan 12:16 - Biblia Torres Amat 1825

Los discípulos por entonces no reflexionaron sobre esto; mas cuando Jesús hubo entrado en su gloria, se acordaron que tales cosas estaban escritas de él, y que ellos mismos las cumplieron.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sus discípulos no entendieron en ese momento que se trataba del cumplimiento de la profecía. Solo después de que Jesús entró en su gloria, se acordaron de lo sucedido y se dieron cuenta de que esas cosas se habían escrito acerca de él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los discípulos no se dieron cuenta de esto en aquel momento, pero cuando Jesús fue glorificado, recapacitaron que esto había sido escrito para él y que lo habían hecho para él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Al principio sus discípulos no entendieron esto, pero cuando Jesús fue glorificado, entonces recordaron que estas cosas estaban escritas acerca de Él, y que se las hicieron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sus discípulos al principio no lo comprendieron, pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que esto estaba escrito acerca de él y que eso era precisamente lo que ellos le habían hecho.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de Él, y que le habían hecho estas cosas.

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Lòt tradiksyon



Juan 12:16
19 Referans Kwoze  

Así el Señor Jesús , después de haberles hablado varias veces, fue elevado al cielo, y está sentado a la diestra de Dios.


Ellos no comprendían cómo podía ser esto que les decía, ni se atrevían a preguntárselo.


Pero ellos ninguna de estas cosas comprendieron; antes era éste un lenguaje desconocido para ellos, ni entendían el significado de las palabras dichas.


Entonces les dijo él: ¡Oh necios, y tardos de corazón para creer todo lo que anunciaron los profetas!


Entonces les abrió el entendimiento para que entendiesen las Escrituras.


Pero ellos no entendieron este lenguaje, y les era tan oscuro el sentido de estas palabras, que nada comprendieron, ni tuvieron valor para preguntarle sobre lo dicho.


Jesús les respondió, diciendo: Venida es la hora en que debe ser glorificado el Hijo del hombre.


Mas el Consolador, el Espíritu Santo, que mi Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo, y os recordará cuantas cosas os tengo dichas.


Pero yo os he advertido estas cosas con el fin de que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os las había anunciado.


Ahora glorifícame tú, ¡oh Padre!, en ti mismo, con aquella gloria que como Dios tuve yo en ti antes que el mundo fuese.


Así, cuando hubo resucitado de entre los muertos, sus discípulos hicieron memoria de que lo dijo por esto, y creyeron, con más viva fe, a la Escritura y a las palabras de Jesús .


Esto lo dijo por el Espíritu Santo, que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no se había comunicado el Espíritu Santo, porque Jesús todavía no estaba en su gloria.


Elevado, pues, al cielo, sentado allí a la diestra de Dios, y habiendo recibido de su Padre la promesa o potestad de enviar al Espíritu Santo, le ha derramado hoy sobre nosotros del modo que estáis viendo y oyendo.


Persuádase, pues, toda la casa de Israel, que Dios ha constituido Señor, y Cristo , a este mismo Jesús , al cual vosotros habéis crucificado.


El Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob , el Dios de nuestros padres ha glorificado con este prodigio a su Hijo Jesús , a quien vosotros habéis entregado y negado en el tribunal de Pilatos, juzgando éste que debía ser puesto en libertad.


Considerad, pues, atentamente a aquel Señor que sufrió tal contradicción de los pecadores contra su misma persona, a fin de que no desmayéis, perdiendo vuestros ánimos.


y es el ministro, o sacerdote, del santuario celestial, y del verdadero Tabernáculo, erigido por el Señor, y no por hombre alguno: