¡Ay de los pastores que arruinan y despedazan el rebaño de mi dehesa!, dice el Señor.
Juan 10:8 - Biblia Torres Amat 1825 Todos los que hasta ahora han venido, o entrado por otra parte, son ladrones y salteadores, y así las ovejas no os han escuchado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los que vinieron antes que yo eran ladrones y bandidos, pero las verdaderas ovejas no los escucharon. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos los que han venido eran ladrones y malhechores, y las ovejas no les hicieron caso. La Biblia Textual 3a Edicion Todos° los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos los que han venido antes que yo son bandidos y ladrones, pero las ovejas no los escucharon. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. |
¡Ay de los pastores que arruinan y despedazan el rebaño de mi dehesa!, dice el Señor.
Hijo de hombre, profetiza acerca de los pastores de Israel; profetiza y di a los pastores: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso no son los rebaños los que deben ser apacentados por los pastores?
Sus príncipes están en medio de ella como leones rugientes; como lobos nocturnos son sus jueces, no dejan nada para el día siguiente.
Porque he aquí que yo levantaré en la tierra un pastor que no visitará las ovejas abandonadas, ni buscará las descarriadas, no sanará las enfermas, ni alimentará las que están sanas, sino que se comerá las carnes de las gordas, y les romperá hasta las pezuñas.
En verdad, en verdad os digo, prosiguió Jesús , que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que sube por otra parte, es un ladrón y salteador.
Mas a un extraño no lo siguen, sino que huyen de él; porque no conocen la voz de los extraños.
Sabéis que hace poco se levantó un tal Teodas, que se vendía por persona de mucha importancia, al cual se asociaron cerca de cuatrocientos hombres: él fue muerto, y todos los que le creían se dispersaron y redujeron a nada.