Nuestros padres en Egipto no consideraron tus maravillas; no conservaron la memoria de tu misericordia. Te irritaron cuando iban a entrar en el mar, en el mar Rojo.
Juan 10:6 - Biblia Torres Amat 1825 Esta comparación les puso Jesús ; pero no entendieron lo que les decía. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que oyeron a Jesús usar este ejemplo no entendieron lo que quiso decir, Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús usó esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. La Biblia Textual 3a Edicion Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Este ejemplo les puso Jesús; pero ellos no entendieron lo que quería decirles. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esta parábola les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. |
Nuestros padres en Egipto no consideraron tus maravillas; no conservaron la memoria de tu misericordia. Te irritaron cuando iban a entrar en el mar, en el mar Rojo.
Mas no tienen conocimiento, ni ciencia, andan entre tinieblas; se han trastornado todos los cimientos de la tierra.
Los malvados no se cuidan de lo que es justo; pero los que buscan al Señor, miran todas las cosas con atención.
Y estos perros sin rastro de vergüenza, jamás se ven hartos de rapiñas. Los pastores mismos están faltos de toda inteligencia; todos van descarriados por su camino, cada cual a su propio interés desde el más alto hasta el más bajo.
Muchos serán escogidos y blanqueados, y purificados como por fuego. Los impíos obrarán impíamente; ninguno de los impíos lo entenderá; mas los sabios o prudentes lo comprenderán.
Todas estas cosas dijo Jesús al pueblo por parábolas, sin las cuales no solía predicarles;
y no les hablaba sin parábolas, aunque se lo descifraba todo a sus discípulos.
Estas cosas os he dicho usando de parábolas. Va llegando el tiempo en que ya no os hablaré con parábolas, sino que abiertamente os anunciaré las cosas del Padre.
Le dijeron sus discípulos: Ahora sí que hablas claro, y no en proverbios,
Comenzaron entonces los judíos a altercar unos con otros, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Y muchos de sus discípulos habiéndolas oído, dijeron: Dura es esta palabra: ¿y quién es el que puede escucharla?
¿Qué es lo que ha querido decir con estas palabras: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo voy a estar, no podéis venir vosotros?
¿Por qué, pues, no entendéis mi lenguaje? Es porque no podéis soportar mi palabra.
Porque el hombre animal no puede hacerse capaz de las cosas que son del Espíritu de Dios; pues para él todas son una necedad, y no puede entenderlas, puesto que se han de discernir con una luz espiritual que no tiene.
Esta es ya, carísimos míos, la segunda carta que os escribo, procurando en las dos avivar con mis exhortaciones vuestro ánimo sencillo, o sincero;