y estará lleno del espíritu del temor del Señor. El no juzgará por lo que aparece exteriormente a la vista, ni condenará sólo por lo que se oye decir;
Juan 1:32 - Biblia Torres Amat 1825 Y dio entonces Juan este testimonio de Jesús , diciendo: Yo he visto al Espíritu Santo descender del cielo en forma de paloma, y reposar sobre él. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Juan dio testimonio: «Vi al Espíritu Santo descender del cielo como una paloma y reposar sobre él. Biblia Católica (Latinoamericana) Y Juan dio este testimonio: 'He visto al Espíritu bajar del cielo como una paloma y quedarse sobre él. La Biblia Textual 3a Edicion Y Juan dio testimonio, diciendo: He contemplado al Espíritu que descendía del cielo como una paloma, y permaneció sobre Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y Juan declaró: 'Yo he visto al Espíritu, que, como una paloma, descendía del cielo y permaneció sobre él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Juan dio testimonio, diciendo: Vi al Espíritu descender del cielo como paloma, y permanecer sobre Él. |
y estará lleno del espíritu del temor del Señor. El no juzgará por lo que aparece exteriormente a la vista, ni condenará sólo por lo que se oye decir;
Bautizado, pues, Jesús , al instante que salió del agua se le abrieron los cielos, y vio bajar al Espíritu de Dios a manera de paloma y posar sobre él.
Y luego al salir del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu Santo descender en forma de paloma y posar sobre él mismo.
y bajar sobre él el Espíritu Santo en forma corporal como de una paloma; y se oyó del cielo esta voz: Tú eres mi hijo amado, en ti tengo puestas todas mis delicias.
Yo no le conocía; pero yo he venido a bautizar con agua; para que él sea reconocido por Mesías en Israel.
Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyesen.
Mas otro hay que da testimonio de mí; y sé que es testimonio idóneo el que da de mí, y que vosotros no podéis desecharlo.