Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y no soy yo digno siquiera de llevarle las sandalias; él es quien ha de bautizaros en el Espíritu Santo y en el fuego.
Juan 1:30 - Biblia Torres Amat 1825 Este es aquel de quien yo dije: Detrás de mí viene un varón, el cual ha sido preferido a mí; por cuanto era antes que yo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Biblia Nueva Traducción Viviente A él me refería cuando yo decía: “Después de mí, vendrá un hombre que es superior a mí porque existe desde mucho antes que yo”. Biblia Católica (Latinoamericana) De él yo hablaba al decir: 'Detrás de mí viene un hombre que ya está delante de mí, porque era antes que yo'. La Biblia Textual 3a Edicion Éste es de quien yo dije: Detrás de mí viene un Varón que se me ha adelantado, porque era primero que yo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste es aquel de quien yo dije: 'Detrás de mí viene uno, que ha sido antepuesto a mí, porque él existía antes que yo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Éste es Aquél de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. |
Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y no soy yo digno siquiera de llevarle las sandalias; él es quien ha de bautizaros en el Espíritu Santo y en el fuego.
Juan la rebatió, diciendo públicamente: Yo en verdad os bautizo con agua; pero está para venir otro más poderoso que yo, al cual no soy yo digno de desatar la correa de sus zapatos: él os bautizará con el Espíritu Santo, y con el fuego.
De él da testimonio Juan, y clama diciendo: He aquí aquel de quien yo os decía: El que ha de venir después de mí, ha sido preferido a mí; por cuanto era antes que yo.
El es el que ha de venir después de mí, el cual ha sido preferido a mí, y a quien yo no soy digno de desatar la correa de su zapato.
Yo no le conocía; pero yo he venido a bautizar con agua; para que él sea reconocido por Mesías en Israel.
Y acudieron muchos a él, y decían: Es cierto que Juan no hizo milagro alguno.