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Juan 1:17 - Biblia Torres Amat 1825

Porque la ley fue dada por Moisés; mas la gracia y la verdad fue traída por Jesucristo.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por medio de Moisés hemos recibido la Ley, pero la verdad y el don amoroso nos llegó por medio de Jesucristo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

pues la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas por medio de Jesús el Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque la ley fue dada por medio de Moisés y por Jesucristo vino la gracia y la verdad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque la ley por Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo.

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Lòt tradiksyon



Juan 1:17
37 Referans Kwoze  

y en un descendiente tuyo SERAN BENDITAS todas las naciones de la tierra, porque has obedecido a mi voz.


Yo pondré enemistades entre ti y la mujer, y entre tu raza y la descendencia suya: ella quebrantará tu cabeza, y andarás acechando a su calcañar.


Se encontraron juntas la misericordia y la verdad; se dieron un ósculo la justicia y la paz.


Ha tenido presente su misericordia y la verdad de sus promesas a favor de la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación que nuestro Dios nos ha enviado.


Tú, ¡oh Dios mío!, te mostrarás veraz a Jacob y misericordioso a Abrahán; como lo juraste antiguamente a nuestros padres.


Y el Verbo se hizo carne; y habitó en medio de nosotros; y nosotros hemos visto su gloria, gloria que el Unigénito debía recibir del Padre, lleno de gracia y de verdad.


Le respondió Jesús : Yo soy el camino, la verdad, y la vida: Nadie viene al Padre sino por mí.


Le replicó Pilatos: ¿Conque tú eres rey? Respondió Jesús : Así es como dices: yo soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo, para dar testimonio de la verdad; todo aquel que pertenece a la verdad, escucha mi voz.


No penséis que yo os he de acusar ante el Padre; vuestro acusador es Moisés mismo, en quien vosotros confiáis.


¿Por ventura, no os dio Moisés la ley, y con todo eso ninguno de vosotros observa la ley?


Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.


Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; mas éste no sabemos de dónde es.


Y habiéndole señalado día para oírle, vinieron en gran número a su alojamiento, a los cuales predicaba el reino de Dios desde la mañana hasta la noche, confirmando con autoridades las proposiciones que sentaba, y probándoles lo perteneciente a Jesús con la ley de Moisés y con los profetas.


Moisés es quien, mientras el pueblo estaba congregado en el desierto, estuvo tratando con el ángel, que le hablaba en el monte Sinaí ; es aquel que estuvo con nuestros padres; el que recibió de Dios las palabras de vida para comunicárnoslas;


Porque el pecado no se enseñoreará ya de vosotros, si no queréis; pues no estáis bajo el dominio de la ley, sino de la gracia.


Pues todas cuantas promesas hay de Dios, tienen en éste sí su verdad; y también por él mismo todo tiene su infalible cumplimiento para honra y gloria de Dios, lo cual hace también la gloria de nuestro ministerio.


Lo que quiero, pues, decir, es que habiendo hecho Dios una alianza con Abrahán en debida forma, la ley dada cuatrocientos treinta años después no ha podido anularla, ni invalidar la promesa.


Moisés nos dio la ley, la cual será la herencia de la numerosa posteridad de Jacob .


Esta, que sigue, es la ley que propuso Moisés a los hijos de Israel;


Moisés, pues, habiendo convocado a todo Israel, le dijo: Oye, ¡oh Israel!, las ceremonias y leyes que yo propongo a vuestros oídos en el día de hoy; aprendedlas y ponedlas en ejecución.


Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales, esto es, el Tabernáculo y sus utensilios, se purificasen con tales ritos; pero las mismas cosas celestiales lo deben ser con víctimas mejores que éstas y así ha sucedido.