De cuyo país salió Asur, el que fundó a Nínive, y las plazas o grandes calles de la ciudad, y a Cale.
Jonás 1:2 - Biblia Torres Amat 1825 Anda y ve luego a Nínive, ciudad grande y predica en ella, porque el clamor de sus maldades ha subido hasta mi presencia. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Biblia Nueva Traducción Viviente «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente». Biblia Católica (Latinoamericana) Levántate, vete a Nínive, la ciudad grande, y predica contra ellos, porque su maldad ha subido hasta mí. La Biblia Textual 3a Edicion Levántate y vete a Nínive,° la gran metrópoli, y proclama en ella que su maldad ha llegado hasta mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Anda, vete a Nínive, la gran ciudad, y anúnciale que su maldad ha subido hasta mí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Levántate, y ve a Nínive, la gran ciudad, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de mí. |
De cuyo país salió Asur, el que fundó a Nínive, y las plazas o grandes calles de la ciudad, y a Cale.
Había allí en aquella sazón un profeta del Señor, llamado Oded, el cual, saliendo al encuentro del ejército que venía a Samaria, les dijo: Habéis visto que el Señor Dios de vuestros padres, irritado contra los hijos de Judá, los ha entregado en vuestras manos; mas vosotros les habéis quitado la vida atrozmente; tanto que vuestra crueldad ha subido hasta el cielo.
diciendo: Oh Dios mío, estoy lleno de confusión y me avergüenzo de levantar hacia ti mi rostro, porque nuestras maldades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han subido hasta el cielo
Donde aconteció que mientras adoraba en el templo a su dios Nesroc, sus hijos Adramelec y Sarasar le mataron a puñaladas, y huyeron a tierra de Ararat, y le sucedió en el reino su hijo Asar Haddón.
Clama, pues, ¡oh Isaías!, no ceses: Has resonar tu voz como una trompeta, y declara a mi pueblo sus maldades, y a la casa de Jacob sus pecados;
Y así dije para conmigo: No volveré más a hacer mención de ella, y no hablaré más en nombre del Señor. Pero luego sentí en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado dentro de mis huesos, y desfallecí, no teniendo fuerzas para aguantarlo.
Tú, pues, les repetirás mis palabras, por si acaso escuchan, y cesan de pecar, porque es gente a propósito para irritar.
Y porque no digan acaso en sus corazones que yo vuelvo a acordarme de todas sus maldades; actualmente están ellos rodeados de sus impiedades, las están cometiendo delante de mis ojos.
Anda y ve a Nínive, ciudad grande, y predica en ella aquello que yo te digo.
Marchó, pues, Jonás , y se dirigió a Nínive, según la orden del Señor. Era Nínive una ciudad grandísima, eran necesarios tres días para recorrerla.
¿Y yo no tendré compasión de Nínive, ciudad tan grande, y en la cual hay más de ciento veinte mil personas, que no saben aún discernir la mano diestra de la izquierda, y un gran número de animales?
Mas yo he sido llenado del espíritu fuerte del Señor, de justicia y de constancia; para decir y reprender a Jacob sus maldades, y a Israel su pecado.
Duro anuncio contra Nínive. Libro de la visión o revelación que tuvo Nahúm elceseo.
Notoria se ha hecho tu calamidad; tu llaga tiene muy mala cura; batieron las manos en señal de alegría todos cuantos han sabido lo que te ha acaecido: porque ¿a quién no dañó en todo tiempo tu malicia?
y por mi causa seréis conducidos ante los gobernadores y los reyes para dar testimonio de mí a ellos y a las naciones.
Los naturales de Nínive se levantarán el día del juicio contra esta raza de hombres, y la condenarán: Por cuanto ellos hicieron penitencia a la predicación de Jonás . Y con todo, el que está aquí es más que Jonás .
Vosotros habéis vivido en delicias y en banquetes sobre la tierra, y os habéis cebado a vosotros mismos como las víctimas que se preparan para el día del sacrificio.
Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.