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Jeremías 3:5 - Biblia Torres Amat 1825

¿Acaso has de estar siempre enojado, o mantendrás hasta el fin tu indignación? Pero he aquí que tú has hablado así, y has ejecutado toda suerte de crímenes, hasta no poder más.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Seguro que no estarás enojado para siempre! ¡Sin duda puedes olvidar lo que he hecho!”. Hablas de esta manera, pero sigues haciendo todo el mal posible».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Así hablabas, y proseguías feliz cometiendo tus maldades.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pensando: No guardará rencor para siempre, No estará indignado hasta el fin; Pero sigues haciendo cuantas maldades están a tu alcance.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿Estará enojado por siempre o guardará rencor hasta el fin? Esto es lo que dices, pero haces las maldades que puedes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.

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Lòt tradiksyon



Jeremías 3:5
14 Referans Kwoze  

Ahora, pues, yo deseo que hagamos alianza con el Señor Dios de Israel, a fin de que aparte de nosotros el furor de su ira.


¿Estarás por ventura siempre enojado con nosotros? ¿Se prolongará tu ira de generación en generación?


Oh Dios, volviendo tú el rostro hacia nosotros, nos darás vida; y tu pueblo se regocijará en ti.


Que no para siempre he de ejercer la venganza, ni conservar hasta el fin mi enojo; pues de mi boca salió el espíritu, y creé yo las almas.


No te irrites, Señor, en demasía, ni te acuerdes más de nuestra maldad; mira y atiende a que somos todos pueblo tuyo.


Anda y repite en alta voz estas palabras hacia el septentrión, y di: Conviértete, ¡oh tú, rebelde Israel!, dice el Señor; que no torceré yo mi rostro para no mirarte; pues yo soy santo y benigno, dice el Señor, y no conservaré siempre mi enojo.


¿Pues por qué este pueblo de Jerusalén se ha rebelado con tan pertinaz obstinación? Ellos han abrazado la mentira y no han querido convertirse.


Yo estuve atento, y los escuché: Nadie habla cosa buena; nadie hay que haga penitencia de su pecado, diciendo: ¡Ay! ¿Qué es lo que yo he hecho? Al contrario, todos han vuelto a tomar la impetuosa carrera de sus vicios, como caballo que a rienda suelta corre a la batalla.


Mira cómo los príncipes de Israel se han ocupado, cada uno según su poder, en derramar sangre en medio de ti.


¡Ay de vosotros que no pensáis sino en cosas vanas, y maquináis allá en vuestros lechos perversos designios! Los ejecutan al llegar la luz de la mañana; porque ellos se han declarado contra Dios.


Al mal que ellos hacen le dan el nombre de bien. El príncipe demanda contra el pobre, y el juez está siempre dispuesto a satisfacerlo. El poderoso manifiesta con descaro lo que codicia su alma, tienen la tierra llena de desorden.