E hizo el mal delante del Señor, a imitación de todo lo que habían hecho sus padres o abuelos.
Jeremías 26:23 - Biblia Torres Amat 1825 quienes sacaron a Urías de Egipto, y lo condujeron al rey Joakim; el cual lo mandó degollar y arrojar el cadáver en la sepultura de la ínfima plebe. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 los cuales sacaron a Urías de Egipto y lo trajeron al rey Joacim, el cual lo mató a espada, y echó su cuerpo en los sepulcros del vulgo. Biblia Nueva Traducción Viviente Lo tomaron prisionero y lo trajeron de regreso al rey Joacim. Así que el rey mató a Urías a espada y mandó que lo enterraran en una fosa común. Biblia Católica (Latinoamericana) y lo condujeron al rey Joaquim, quien lo mandó matar al filo de la espada y arrojar su cadáver a la fosa común. La Biblia Textual 3a Edicion y allí capturaron a Urías, lo sacaron de Egipto y lo llevaron ante el rey Joacim, quien lo mató a espada y echó su cadáver en los sepulcros de los hijos del pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 los cuales sacaron a Urías de Egipto, lo llevaron ante el rey Joaquín y éste lo pasó a cuchillo y arrojó luego su cadáver a la fosa común. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y ellos sacaron a Urías de Egipto, y lo trajeron al rey Joacim, quien lo mató a espada, y echó su cuerpo muerto en los sepulcros del pueblo común. |
E hizo el mal delante del Señor, a imitación de todo lo que habían hecho sus padres o abuelos.
En vano castigué a vuestros hijos; ellos no hicieron caso de la corrección; antes bien vuestra espada acabó con vuestros profetas; como león destrozador,
Pero tus ojos y tu corazón no buscan sino la avaricia y derramar sangre inocente, y calumniar y correr tras la maldad.
Sepultado será como lo es el asno, esto es, será arrojado fuera de las puertas de Jerusalén para que allí se pudra.
Sabed, no obstante, y tened por cierto, que si me quitáis la vida, derramaréis la sangre inocente, y la haréis recaer sobre vosotros mismos, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque verdaderamente es el Señor el que me ha enviado a comunicar a vuestros oídos todas las estas palabras.
Por tanto, esto dice el Señor contra Joakim, rey de Judá: No se verá ningún descendiente suyo que se siente en el solio de David, y su cadáver será arrojado y expuesto al calor del día y al hielo de la noche.
Andaba éste entre los otros leones, y se hizo león, y aprendió a arrebatar la presa y a devorar hombres;
los cuales también mataron al Señor Jesús y a los profetas, y a nosotros nos han perseguido, y desagradan a Dios, y son enemigos de todos los hombres, pues se oponen a su salvación,
de los cuales el mundo no era digno, yendo perdidos por las soledades, por los montes, y recogiéndose en las cuevas y en las cavernas de la tierra.
Y sus cadáveres yacerán en las plazas de la gran ciudad, que se llama místicamente Sodoma, y Egipto, donde así mismo el Señor de ellos fue crucificado.