Como también éste hubiese muerto, le sucedió en el reino Balanán, hijo de Acobor.
Jeremías 26:22 - Biblia Torres Amat 1825 Y el rey Joakim envió a Egipto, para prenderlo, a Elnatán, hijo de Acobor, acompañado de otros hombres, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el rey Joacim envió hombres a Egipto, a Elnatán hijo de Acbor y otros hombres con él, a Egipto; Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey Joacim envió a Elnatán, hijo de Acbor, a Egipto junto con algunos otros hombres para que capturaran a Urías. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el rey Joaquim envió a Egipto a algunos hombres a las órdenes de Elnatán, hijo de Acbor, que sacaron a Urías de Egipto La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey Joacim envió hombres a Egipto: a Elnatán ben Acbor, y ciertos hombres que fueron con él a Egipto; Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey Joaquín envió entonces hombres a Egipto: a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey Joacim envió hombres a Egipto, a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él, a Egipto; |
Como también éste hubiese muerto, le sucedió en el reino Balanán, hijo de Acobor.
y dio esta orden al sumo sacerdote Helcías, y a Ahicam, hijo de Safán, y a Acobor, hijo de Micá, y a Safán, secretario, y a Asaías, ministro del rey:
Fueron, pues, el sumo sacerdote Helcías, y Ahicam, y Acobor, y Safán, Asaías a casa de Holda profetisa, mujer de Sellum, hijo de Tecua, y nieto de Araas jefe del guardarropa, la cual habitaba en Jerusalén en la parte llamada Segunda, y hablaron con ella.
Los impíos andan alrededor de nosotros: Tú, según tu grandeza o altísima sabiduría, has multiplicado los hijos de los hombres.
El príncipe que escucha con gusto las mentiras y chismes, no tendrá sino ministros perversos.
Jeremías envió esta carta por mano de Elasa, hijo de Safán y de Gamarías, hijo de Helcías, despachados a Babilonia por Sedecías, rey de Judá, a Nabucodonosor, rey de Babilonia. El contenido de la carta era:
pasó al palacio del rey, al despacho del secretario, donde se hallaban sentados todos los príncipes o magnates, a saber: Elisama, secretario, y Dalaías, hijo de Semeías, y Elnatán, hijo de Acobor, y Gamarías, hijo de Safán, y Sedecías, hijo de Hananías, y en suma, todos los príncipes o jefes.
Si bien Elnatán, y Dalaías, y Gamarías no aprobaron la voluntad del rey en quemar el libro; mas el rey no hizo caso de ellos.
enviaron a sacar del zaguán de la cárcel a Jeremías, y lo recomendaron a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, para que lo volviese a su casa, y viviese con libertad en medio del pueblo.
Y setenta hombres de los ancianos de la familia de Israel estaban en pie delante de las pinturas, y en medio de ellos Jezonías, hijo de Safán, teniendo cada uno de ellos un incensario en la mano, y el incienso levantaba tanto humo que parecía una niebla.