Verdad es que no arruinó los lugares altos; todavía siguió el pueblo sacrificando y ofreciendo incienso a Dios en las alturas. Edificó la puerta más alta de la casa del Señor.
Jeremías 26:10 - Biblia Torres Amat 1825 Llegó esto a noticia de los príncipes de Judá, y pasaron desde el palacio del rey a la casa del Señor, y se sentaron en el tribunal que está a la entrada de la puerta nueva de la casa del Señor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los príncipes de Judá oyeron estas cosas, y subieron de la casa del rey a la casa de Jehová, y se sentaron en la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los funcionarios de Judá oyeron lo que pasaba, corrieron del palacio a sentarse a juzgar junto a la puerta Nueva del templo. Biblia Católica (Latinoamericana) Al enterarse de esto, los jefes de Judá subieron desde el palacio del rey a la Casa de Yavé, donde se sentaron para juzgar el asunto a la entrada de la Puerta Nueva. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando los príncipes de Judá oyeron estas cosas, subieron desde el palacio real a la Casa de YHVH, y se sentaron en la entrada del nuevo pórtico de la Casa de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando los príncipes de Judá tuvieron noticia de estas cosas, subieron desde el palacio real al templo de Yahveh y se sentaron a la entrada de la puerta nueva del templo de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los príncipes de Judá oyeron estas cosas, y subieron de la casa del rey a la casa de Jehová; y se sentaron en la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová. |
Verdad es que no arruinó los lugares altos; todavía siguió el pueblo sacrificando y ofreciendo incienso a Dios en las alturas. Edificó la puerta más alta de la casa del Señor.
Joatam fue el que construyó la puerta altísima del templo del Señor, e hizo muchas obras en los muros de la torre Ofel.
E irritado Fasur hirió al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo, que estaba en la puerta superior de Benjamín, en la casa del Señor.
Y habiendo oído el rey Joakim, y todos sus magnates y cortesanos lo que profetizaba, intentó el rey quitarle la vida. Lo supo Urías, y temió, y se escapó, y se refugió en Egipto.
El auxilio, pues, de Ahicam, hijo de Safán, protegió a Jeremías, para que no fuese entregado en manos del pueblo y le matasen.
En efecto, todos los príncipes y el pueblo todo que habían hecho el pacto de dar libertad cada uno a su esclavo, y a su esclava, y de no tratarlos más como a esclavos, obedecieron, y los dieron por libres.
los príncipes de Judá y de Jerusalén , y los eunucos y los sacerdotes, y todo el pueblo del país, los cuales pasaron por en medio de los trozos de becerro.
Y entonces leyó Baruc por el libro las palabras de Jeremías en la casa del Señor, desde la habitación, que está a cargo de Gamarías, hijo de Safán, doctor de la ley, sobre el atrio de arriba, a la entrada de la puerta nueva del templo del Señor, oyéndolo todo el pueblo.
Si bien Elnatán, y Dalaías, y Gamarías no aprobaron la voluntad del rey en quemar el libro; mas el rey no hizo caso de ellos.
Sus príncipes están en medio de ella como lobos para arrebatar la presa, para derramar sangre, y destruir vidas, y buscar usuras para su avaricia.
Mira cómo los príncipes de Israel se han ocupado, cada uno según su poder, en derramar sangre en medio de ti.